La Unión Europea ofreció hoy al presidente electo de EEUU, Barack Obama, una relación bilateral más fuerte para afrontar juntos los crecientes retos mundiales dentro, a su vez, de un marco de acción multilateral.
Los principales dirigentes comunitarios coincidieron en que la elección de Obama en la actual situación internacional coincide con la necesidad de reforzar el vínculo transatlántico entre EEUU y Europa, incluso si este eje ya no fuera suficiente para regir un mundo globalizado.
'Este es el momento de un compromiso renovado entre Europa y EEUU', afirmó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien pidió que Washington y Bruselas promuevan juntos 'un nuevo multilateralismo que pueda beneficiar a todo el mundo'.
Más allá de las positivas declaraciones oficiales, el resultado del martes electoral estadounidense ha sido acogido con entusiasmo en Europa, donde la gran mayoría de la población esperaba una victoria del aspirante demócrata a la Casa Blanca, según coincidían todas las encuestas.
Barroso reconoció que la victoria de Obama ha generado 'grandes expectativas en Europa' y supone un 'punto de inflexión' para EEUU y para el resto del mundo.
El responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, resaltó que la relación entre la UE y Estados Unidos 'es fundamental' a la hora de afrontar los problemas mundiales, pero reconoció que esta cooperación ya 'no será suficiente' ante la magnitud de los problemas.
Por ello, Solana dijo que 'hace falta incorporar a otros actores internacionales', entre los que citó a China, India o Brasil, o a organizaciones supranacionales como la Unión Africana.
Obama 'se ha presentado a las elecciones con una agenda para el cambio, y cambio es lo que necesitamos en estos momentos para arreglar los muchos problemas que tenemos hoy', dijo Solana, quien citó entre esas cuestiones pendientes la crisis financiera o el conflicto en Oriente Medio.
Para Solana, la crisis financiera mundial 'es un ejemplo muy bueno de cómo otros (actores) tienen que ser incorporados en la mesa', en alusión a la cumbre del G20 que se celebrará en Washington el próximo día 15 para sentar las bases de la reforma del sistema financiero internacional.
Insistió en que para solucionar los problemas internacionales 'se necesita cooperación, se necesita multilateralismo', y avanzó que 'en esa dirección vamos a intentar trabajar', algo para lo que la UE está 'dispuesta y lista'.
La Unión Europea ha sufrido durante los ocho años de mandato de George W. Bush varios intentos de división por parte de EEUU y su política exterior unilateralista, especialmente en la guerra de Irak de 2003.
A pesar de ello, Solana consideró que las relaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos 'son muy buenas', pero reconoció que 'es verdad que pueden cambiar a mejor con una nueva administración'.
Barroso recordó a Obama que la Unión Europea 'es un actor global' que tiene una de las dos principales divisas del mundo (el euro), y es 'un socio creíble' en cuestiones de política internacional y seguridad.
El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pottering, consideró que la victoria del candidato demócrata ofrece la 'oportunidad' de reforzar las relaciones entre la UE y EEUU, e invitó a Obama a intervenir ante el pleno de la Eurocámara en los próximos meses.
En la misma línea, la presidencia francesa de la UE consideró que el éxito electoral de Barack Obama supone 'la promesa de una alianza transatlántica reforzada al servicio de los valores universales'.
Los dirigentes de los principales países europeos insistieron también en el objetivo de intensificar la cooperación entre ambas orillas del Atlántico, ya que, como dijo la canciller alemana Angela Merkel, 'nadie puede resolver por sí solo los problemas de todo el mundo'.
Nicolas Sarkozy, el presidente francés, avanzó que su país y Europa tendrán 'una nueva energía para trabajar con Estados Unidos para preservar la paz y la prosperidad del mundo'.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró por su parte, convencido de que la victoria de Obama abre una etapa más intensa, fluida y positiva en las relaciones entre España y EEUU.