El presidente estadounidense electo, Barack Obama, anunció al mundo una nueva era para el liderazgo y la política exterior de Estados Unidos, que continuará siendo un símbolo de democracia y esperanza.
Entre otros hitos, Obama es el primer candidato desde Bill Clinton, en 1996, que hace triplete en Florida, Pensilvania y Ohio. Es también el primer demócrata en 44 años que se adjudica Virginia y el único de su partido desde Jimmy Carter que ha superado la barrera psicológica del 50% en voto nacional.
Los demás territorios reconquistados por el senador afroamericano cuentan con un peso inferior en el Colegio Electoral —el organismo que decide la presidencia—, pero son igualmente simbólicos. Iowa le dio su primera gran alegría en las primarias, Colorado acogió la Convención Demócrata a finales de agosto y los dos restantes —Nevada y Nuevo México— añaden brillo a su éxito electoral en el oeste del país.
Además, en el tramo final del recuento están a punto de caer también del lado de Obama otros dos estados, Carolina del Norte e Indiana, lo que dejaría la suma definitiva en 364 delegados.
Obama, que el martes se consagró históricamente como el primer negro en ser elegido para encabezar la Casa Blanca, también dijo que su gobierno respaldará a quienes busquen la paz, pero alertó contra los eventuales enemigos de Estados Unidos ante la multitud congregada en el Grant Park de Chicago para escuchar su primer discurso como presidente electo.
"A todos los que esta noche (del martes) nos ven desde el exterior, desde parlamentos y palacios, a todos los que escuchan apiñados junto a las radios en rincones olvidados del mundo, (les digo:) Nuestras historias son singulares pero nuestro destino es compartido. Y un nuevo amanecer del liderazgo estadounidense está cerca", advirtió.
"A quienes pretenden destruir al mundo: los derrotaremos. A quienes buscan paz y seguridad: los respaldaremos", enfatizó el candidato demócrata al término de una jornada electoral en que los estadounidenses fueron a las urnas para definir al sucesor de George W. Bush y renovar un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes.
"Y a todos los que se han preguntado si el faro que es Estados Unidos sigue brillando igual que siempre: esta noche demostramos una vez más que la verdadera fortaleza de nuestra nación proviene no del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza, sino de la resistente solidez de nuestros ideales: democracia, libertad, oportunidad y fe inquebrantable", dijo.