Las repercusiones de la elección de Obama en la crisis económica
Los analistas confían en que habrá una recuperación mundial
miércoles 05 de noviembre de 2008, 08:35h
Los expertos dicen que las causas de la crisis económica que estamos viviendo hay que buscarlas no tanto en los problemas financieros que han generado los productos "subprime" sino en el hecho de que el dólar, la moneda líder de las divisas en el mundo, ha vivido unos años de extrema debilidad como consecuencia de un déficit público descomunal en Estados Unidos provocado por los gastos de las campañas bélicas llevadas a cabo por George Bush. En otras palabras: todo se debe a una política económica nefasta, desastrosa que todos esperan que cambie cuando, en enero, el nuevo inquilino de la Casa Blanca designe un equipo mucho mas ineficaz que los ineptos que han llevado a la ruina a la "locomotora" económica del mundo y, por consiguiente, al orbe entero.
De entrada, el equipo económico que designe Barak Obama se encontrará con la caja vacía. La práctica bancarrota que obligará a llevar a cabo una política de austeridad muy rigurosa al nuevo secretario del Tesoro. La última encomienda de Bush, la cuasi nacionalización de la banca en el país, un hecho insólito en la meca del capitalismo, con un coste de 700.000 millones de dólares obligará a replantearse el gasto público. Afortunadamente, los sondeos dicen que los ciudadanos norteamericanos están dispuestos a aportar la riqueza necesaria para sacar adelante estos proyectos salvadores del sistema financiero.
En segundo lugar, los analistas no esperan una retirada inmediata por parte de Obama de las tropas estadounidenses en Irak, las mas costosas para al erario público. Pero todos coinciden en que habrá una reducción drástica del gasto que permitirá desviar recursos para relanzar la economía.
Si tales expectativas se cumplen rigurosamente, lo más probable es que el dólar reacciones de manera positiva, volviendo a la senda de la que nunca debió de salir resaltando su fortaleza respecto a las otras grandes divisas mundiales, el euro, y el yen japonés.
La fortaleza del dólar permitirá, también, la vuelta a los canales tradicionales del dinero, de las inversiones tradicionales, de los fondos que realmente mueven la economía mundial lo que permitirá recuperar la confianza en los mercados. Poco a poco pasará la tormenta. Una tormenta con un culpable con nombre y apellidos: George W. Bush al que muchos analistas financieros desean fuera de la Casa Blanca lo antes posible.