martes 04 de noviembre de 2008, 22:04h
TITO B. DIAGONAL
Barcelonés de alta cuna y más alto standing financiero, muy apreciado en anteriores etapas de este diario, vuelve a ilustrarnos sobre los entresijos de las clases pudientes.
Ya pasó el Halloween, loado sea al Cielo y hoy todo el mundo está pendiente de la Noche Americana (suena a película --que lo fue— de François Truffaut). Dentro de una opípara cena, unas excelentes copas con los amigos y un sueño reparador, con el primer café matutino, Damián, mi valet de chambre, junto con las tostadas y la mermelada de naranja amarga, me servirá los primeros resultados electorales norteamericanos, porque, amadísimos, globalizados, megaletileonorisofiados, maccaneados y obameados niños y niñas que me leéis, hoy es el primer martes después del primer lunes del mes de noviembre y en los EEUU van de elecciones presidenciales. Dicen que va a ganar Barack Obama, el senador por Illinois. Puede que sí, puede que no… Ya se verá.
Como se ha visto el detallito –más bien detallazo—de ZetaPé al poner una moratoria en las hipotecas de los pobres, que podrán aplazar, durante dos años, la mitad del recibo mensual y sus elevaciones vía Euribor. En esta caso, pequeñines7s míos/as, habrá que anotar el interés desinteresado del presidente del Gobierno, que le ha ganado por la mano a los agoreros del Partido Popular de las Españas. Con esta medida los hipotecados/as tienen un respiro. España sale ganando y la banca, por supuesto que sí, que será el Instituto de crédito oficial el que ejerza de avalista de los créditos hipotecarios aplazados. A esto se le llama política de Estado.
Como es política de Estado el conceder o no asilo político a quien lo solicitare en tiempo y forma adecuados. Pongamos que hablamos de Omar Osama bin Laden, uno de los 19 hijos del siempre oculto Bin Laden. El mozo, ya talludito y con pinta de miembro de la cuadrilla de los Carmona o de Diego el Cigala (todos de la gente del bronce y buenos músicos) dice que él es pacifista y que no tiene nada que ver con las ideas y las prácticas de su sanguinario progenitor. Omar, con pasaporte saudí, llegó el lunes a Madrid en un vuelo procedente de El Cairo y con destino a Marruecos que hizo escala en Madrid. El hijo de Bin Laden viajaba acompañado de su esposa, de nacionalidad británica. Y una vez en Barrajas, como les ocurre a muchos viajeros de países extranjeros, se dio cuenta de que como En España ni hablar. Que no había mejor sitio para quedarse que nuestro país, otrora –pongamos que hasta 1492-- conocido como Al Andalus…
Ya sabéis que España, pese a la crisis, es tierra de acogida y un destino ansiado por millones de personas. Somos el asombro del mundo y el ejemplo para muchos países. Holanda, sin ir más lejos, que también quiere estar presente en el akelarre de Washington del próximo día 15, quizá porque en las Antillas Holandesas, se permite un sistema financiero off-shore, o sea de gran opacidad fiscal. Que nadie se extrañe, por tanto, en el deseo de Omar O. bin Laden. Es un chico de familia con posibles, on dinero suficiente para instalarse en Marbella, zona de especial predilección para los saudíes, que así dan salida a sus anhelos andalusíes. No sé lo que decidirá el Ministerio del Interior, pero yo soy partidario de que se acoja fraternalmente al inocente y bonachón hijo del terrorista más buscado. Total, por un inmigrante más…