Los núcleos de población principales del municipio, como es el caso de Sarón, se han convertido en un territorio sin ley urbanística, donde, según la oposición, todo vale, bien con el beneplácito del alcalde, bien por desidia de la primera autoridad municipal.
A Gómez Ruiz, que hace escasas fechas expresó su deso de blindarse, planteando públicamente su inclusión en la lista regional, pretensión que no fue bien recibida en la sede del PP, se le acumulan las denuncias urbanísticas. La utilización de modificaciones puntuales del plan anterior, que data del año 1984, ha permitido una discrecionalidad en la que algunos creen ver intereses privados por encima de los públicos.
Hay denuncias a constructores que no respetan las alineaciones de viales, ocupando terrenos municipales y la propia calle, como se puede comprobar en el vial que va hasta el Centro de Salud de Sarón. Es la primera vez que una calle queda mas estrecha después de urbanizada que antes.
En la calle principal de Sarón se han llevado a cabo nuevas construcciones con aceras que no llegan a un metro de anchura. El alcalde se excusa afirmando que se respetan las alineaciones existentes. No se ha negociado con las empresas constructoras lo que habría posibilitado conseguir unas aceras mas amplias.
A los promotores de algunas construcciones en el centro de Sarón se les concede la licencia de primera ocupación, con todos los informes favorables, pero resulta que los vecinos no pueden ni meter los coches a los garajes. Un dado más que prueba el descontrol urbanístico existente.
Otro caso es el de una empresa constructora que ha construido un bloque de viviendas sin contar con permiso de la Confederación Hidrográfica por estar junto a un arroyo, y que continuo las obras a pesar de la orden de paralización, primero de la Confederación y después del propio Ayuntamiento. Hoy en día sigue sin contar con la oportuna licencia y la obr precintda, pero por parte del ayuntamiento no se le ha incoado expediente de infracción urbanístico alguno por incumplimiento de la Ley del Suelo de Cantabria 2/2001.