Los compañeros de colegio de Daniel, un niño de 12 años de edad presuntamente agredido por otros cinco chicos en el patio de la escuela en el mes de diciembre, cuyos padres presentaron la correspondiente denuncia, confirmaron este viernes tener conocimiento de la agresión, aunque el centro insiste en que se trató "de un caso aislado y no de una situación de acoso".
Una amiga del menor explicó que Daniel le había contado con detalle lo que le había sucedido: un grupo de cinco chicos mayores que él y de origen suramericano le abordaron en el patio, le pegaron y le chamuscaron el pelo con un mechero. También le amenazaron con que si contaba algo le harían "alguna barbaridad".
Desde ese día, Daniel tiene "mucho miedo" a que una situación similar se repita, entre otras cosas, porque contó lo sucedido en casa y su madre fue con él al hospital Clínico para que le hiciesen un parte y más tarde, a denunciar el caso a comisaría. Por eso, ha dejado de ir solo a clase, y cada mañana y cada mediodía su madre le acompaña a la entrada y salida del colegio María Inmaculada Marillac.
El centro, por su parte, afirmó haber tomado medidas al respecto de lo ocurrido, que consideran un hecho aislado, aunque la dirección, a cargo de las congregación de las Hijas de la Caridad, declinó hacer las declaraciones ante la cámara.
Esta misma versión fue la que defendieron algunos de los profesores, como María Jesús Pinto, que da clases en Secundaria y Bachillerato. "En este caso no hay acoso, ha sido un hecho aislado, y el colegio ha tomado medidas", dijo.
Una profesora de Infantil y Primaria, Cecilia Esquivias, insitió en que los menores que presuntamente cometieron la agresión fueron identificados y castigados, y tienen la orden de no acercarse a Daniel, limitación que hasta el momento, según su versión, están respetando, con lo que "no se ha repetido" una situación similar desde diciembre.
También un profesor que lleva cerca de un mes haciendo prácticas en el colegio y que es ex-alumno, Gonzalo Gallego, insistió en que el ambiente existente en el centro es "bueno" y que no se producen habitaulmente peleas entre los chicos más allá de lo que puedan considerarse "cosas de niños".
Por su parte, una vocal de la Asociación de Padres, Inés Centeno, aseguró desconocer que se hubiese presentado una denuncia por un caso de acoso en la escuela, aunque al ser preguntada sobre una agresión con un mechero, afirmó estar al corriente del caso.
No obstante, reconoció que el centro no pasó informe a los padres de estos hechos, ni celebró ninguna reunión al respecto. Esta vocal consideró que ello se debe a que se trató de algo concreto, que se atajó en el momento, y que ni siquiera llegaron a quemarle el pelo al niño, sino sólo a amenazarle.
En este sentido, añadió que consideraron el caso era "especial" porque los menores implicados tienen "connotaciones de problemas", pero no es algo "que suceda cada día", algo a resaltar en un centro que, según los datos que manejan los padres, cuenta con un 40 por ciento de inmigrantes en sus aulas.
Otra de las miembros del APA, con dos niños matriculados en el centro, subrayó que "un sólo caso de agresión de un niño a otro es serio, pero puntual", y lejos de querer "disculpar" el asunto, afirmó que el colegio "ha respondido con prontitud", mostrándose satisfecha y conforme con la forma en qué los responsables han gestionado el asunto.
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