Dotada de una presencia y un poder de seducción fuera de lo común, Nesrine difumina las fronteras para pasear con libertad por el territorio de las emociones. Explosiva, lánguida, espiritual o melancólica, la joven cantante explora en sus letras la búsqueda de identidad, el sentimiento amoroso o la simple búsqueda de la felicidad. Su encuentro con el universo musical del violonchelista francés Matthieu Saglio da luz a unas canciones llenas de alma, realzadas por los múltiples colores de las percusiones de David Gadea.
Y es que con tan sólo seis años, Nesrine ya cantaba acompañándose con la mandolina. Desde entonces, no ha parado de llevar de frente varias vidas artísticas. Como violonchelista virtuosa, lleva una carrera destacada en el mundo del clásico. Fue seleccionada por Lorin Maazel para formar parte de la Orquesta de la Ópera Reina Sofía de Valencia. En el 2015, integra la West Eastern Divan Orchestra de Daniel Barenboim con la que realiza una gira internacional intensa. El mismo año, participa, como protagonista, en el espectáculo Amaluna del Circo del Sol. NES es su proyecto más personal.
Por su parte, Matthieu se ha dado a conocer como violonchelista de primer nivel con un perfil atípico y muy personal. A lo largo de sus múltiples proyectos y haciendo sonar su violonchelo como ningún otro, ha ido abriendo nuevos caminos para su instrumento, aventurándose en el flamenco, el jazz, la música arabo-andaluza, africana, etc. Con sus principales formaciones, dónde también suele ser compositor, ha ofrecido conciertos en más de 30 países. Enriquecido por esta diversidad, Matthieu da a las composiciones de NES una expresión única e inclasificable.
Y el tercer musicazo, David Gadea, percusionista ineludible de la escena valenciana, David pone a menudo sus percusiones al servicio de artistas de renombre internacional (Josemi Carmona, Sole Giménez, , Manu Tenorio, Ximo Tébar Thaïs Morell, entre otros muchos). Estas colaboraciones con grupos tan variados le han llevado a tocar en numerosos países alrededor del planeta y a participar en innumerables grabaciones. El estilo de David es inmediatamente identificable por la diversidad tan característica de su paleta de colores sonoros. Esta sutileza combinada con su fuerza comunicativa le permiten crear un estilo de gran riqueza.