Las encuestas no son favorables para Unidos Podemos que encara la preparación de las elecciones de 2019 con el lastre de una marca erosionada. Esta sería la conclusión a la que habrían llegado las direcciones de Podemos e IU para decidir crear campañas personalizadas en detrimento de las siglas, según informa 'El Periódico'.
Ya el pasado mes de enero, dicho medio catalán informó de que Podemos daba por amortizada la marca y que estudiaba incluso cambiar de nombre. Un extremo que fue desmentido por el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique.
Ahora, la negociación estaría enfocada más bien a dejar en un segundo plano las siglas para empujar los nombres propios consolidados entre sus votantes: Teresa Rodríguez en Andalucía o el juez Juan Pedro Yllanes en Baleares.
En cualquier caso, el objetivo de Unidos Podemos pasa por mantener las plazas conquistadas en el 2015 y sumar la Comunidad de Madrid, previsiblemente, con Íñigo Errejón al frente.