Las últimas semanas han estado llenas de controversia y desencuentros en el seno del Gobierno de la coalición, especialmente entre las 2 vicepresidentas, Yolanda Díaz y Nadia Calviño, a causa de la negociación de la reforma laboral y de la subida del SMI.
La formación morada siempre ha sido partidaria de derogar la reforma en su totalidad mientras que en el ala socialista, especialmente Nadia Calviño, abogaban más por una derogación parcial.
Tras estas discrepancias vinieron acusaciones de los morados de una "injerencia" grave por parte de Calviño en la negociación de la reforma laboral que el Ejecutivo está llevando a cabo desde hace meses con los agentes sociales. Unos desencuentros que hicieron tambalear la coalición, pero que finalmente parece que se han resuelto.
Después de una reunión fallida, los 2 partidos de Gobierno llegaron a un acuerdo en el que se pactó que sería el Ministerio de Trabajo, dirigido por Díaz, quien lideraría la negociación con sindicatos y patronal, pero con presencia socialista en la mesa de diálogo.
Sánchez, Díaz y Calviño escenifican el fin de la crisis de Gobierno
Para corroborar la buena sintonía del PSOE y Unidas Podemos, han acudido a la cumbre Hispano-Portuguesa, celebrada en Trujillo, las 2 ministras y el presidente, Pedro Sánchez.
Una muestra de que, como ha señalado Sánchez, "la legislatura durará hasta 2023", ha enfatizado. Ha insistido también en que "es un Gobierno que cumple" y ha subrayado su compromiso con la coalición hasta el fin de la legislatura.
Sobre la reforma laboral, Sánchez ha destacado que el Gobierno busca "coordinación", "el máximo diálogo" y "el mayor de los consensos" para abordar todo lo que conlleva dicha reforma.
En la cumbre los 3 se han mostrado cordiales y cómplices entre sí zanjando así toda la polémica generada tras las últimas discrepancias, especialmente entre las 2 vicepresidentas.