Sánchez promete que el plan contra los efectos de la guerra doblegará la curva de la inflación

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este miércoles en el Congreso para informar sobre el Consejo Europeo, la cumbre de la OTAN y la relación con Marruecos. Pero el inicio de su intervención ha estado marcado por el dato de inflación de marzo.

La tasa interanual se eleva al 9,8%, la más alta en 37 años, y el presidente ha prometido que el plan de choque aprobado ayer en el Consejo de Ministros "doblegará" esta peligrosa curva de alza de los precios: "Hemos conocido el dato de la inflación, que es un mal dato que en un 73% se explica por el crecimiento de la energía, todo ello exacerbado por la guerra".

Cree que el "plan nacional de respuesta" y el pacto logrado la semana pasada en el Consejo Europeo, por el cual España y Portugal podrán topar precios de la energía, van "a permitir doblegar la curva de la inflación y estabilizar el coste de vida".

Explicó que tenía el "deber de responder protegiendo a Ucrania, parando los pies a Putin y blindando el Estado de bienestar. Ese es mi compromiso y el del Gobierno de España".

Precios de la energía

Sobre las medidas destinadas a aminorar el alza de los precios de la energía, Sánchez expuso que "en las próximas semanas se pondrán en marcha medidas excepcionales para reducir los precios de la electricidad para consumidores y empresas".

El presidente defendió que España lleva asumiendo en Europa durante meses el liderazgo en el asunto de los precios de la energía y que se basará en propuestas como la compra centralizada de gas y actuar sobre los conocidos como 'beneficios caídos del cielo' de las grandes compañías eléctricas.

La guerra de Ucrania

En cuanto al conflicto derivado de la invasión rusa de Ucrania, Sánchez defendió que se vaya a incrementar el presupuesto destinado a Defensa: "Debemos sacar conclusiones de esta guerra. Nuestra seguridad está amenazada y por eso se tienen que reforzar".

Ese 2% comprometido para incrementar el gasto militar es "impostergable" pero aclaró que no será repentino, "un crecimiento súbito", sino que será "progresivo", en varios años.

El pacto con Marruecos

Otro de los temas clave en esta comparecencia parlamentaria era el relativo a las relaciones con Marruecos y el visto bueno a su proyecto para la autonomía del Sáhara Occidental, en lugar de seguir apoyando la independencia de este territorio y su pueblo saharaui.

Sánchez aseguró que "no hay una desatención al sufrimiento saharaui", sino el intento de buscar una solución definitiva con el acuerdo de las partes. Al mismo tiempo, se quería asegurar el buen puerto para las relaciones con Marruecos, a las que el presidente dio una importancia fundamental.

También volvió a referirse a la defensa de la integridad del territorio español, sin mencionar si había peligros concretos para Ceuta y Melilla. "Una frontera que asegure el control de movimiento de mercancías y personas", defendió como objetivo claro. El presidente insistió en su carta enviada al monarca marroquí, haciendo mención a buscar una solución "realista" para poner fin al conflicto "tras años de estancamiento", y siempre bajo el marco de la gestión y reconocimiento de Naciones Unidas.

Sánchez defendió que tuvo que dar "un paso adelante" y pidió a los diputados de todos los partidos que entiendan la "complejidad" del conflicto, y recordándoles que no es cierto que España se haya quedado sola en esta postura. Francia lleva años apoyando este plan de Marruecos y recientemente lo ha hecho también Alemania. Además, EEUU lo hace y Joe Biden acaba de refrendar esta posición favorable.