Desde que el pasado jueves estallara el escándalo de presuntos acosos y agresiones sexuales de Iñigo Errejón, muchos pusieron su mirada en Rita Maestre.
Maestre no es sólo una dirigente de su partido, Más Madrid, sino que también fue su ex pareja, se dice que durante unos 5 años, y que ha sido una figura clave en su entorno político.
El mismo jueves, Maestre únicamente se limitó a compartir el mismo comunicado oficial que emitía su partido, Más Madrid, donde es la líder en al ayuntamiento de Madrid y líder de la oposición.
Pero este fin de semana ha roto su silencio con una nota personal que denota mucho dolor a la par que una dura condena a Errejón por sus actuaciones.
"Cuando el dolor es devastador, intentar ponerle palabras es tan difícil como sanador", explica Maestre, quien pedía que "nunca más vuelva a pasar, que ningún agresor quede impune".
En el campo personal
Ya en el campo personal, Maestre reconoce que muchas de las presuntas agresiones y acosos a mujeres por parte de Errejón tuvieron lugar mientras ella era la pareja sentimental de este político, lo que le afecta de manera extraordinaria.
Tras reconocer que le cuesta hablar de temas personales, admite que "desde hace días una parte de mi vida está ahí expuesta, así que tengo la necesidad de contarme yo". Maestre detalla que llevaban "mucho tiempo distanciados" y que al conocer las denuncias compartidas por la periodista Cristina Fallarás en redes sociales se impactó, en especial por el relato de la actriz Elisa Mouliaá, presuntamente forzada por Errejón a tener relaciones sexuales bajo una supuesta coacción.
Y es que reconoce que estos hechos tuvieron lugar mientras que ella era pareja de Errejón, por lo que era engañada por éste: "Estoy descubriendo ahora que algunos de los episodios de comportamientos y violencia misógina denunciados por las víctimas sucedieron cuando el agresor era aún mi pareja".
No por todo ello deja de admitir que si fue engañada fue porque Errejón era "una persona de apariencia normal" y un "buen novio", pero que ocultamente era "un misógino que volvía a casa con normalidad después de agredir a una mujer de 20 años en un hotel".
Se defiende
"El feminismo nos ha enseñado hace mucho tiempo que los agresores que se suelen presentar como seres monstruosos excepcionales son un padre, un hermano, un compañero de trabajo o tu ex pareja", lamenta.
Además, Maestre se defiende las acusaciones de encubrimiento: "A quienes hoy especulan alegremente con el grado de conocimiento de sus acciones o complicidad en los espacios de convivencia personal o política de los que formaba parte (...) ni he sido parte ni tengo constancia de ningún encubrimiento de ninguna agresión ni acción violenta, porque no lo ha habido. Más bien me siento profundamente engañada, y ese engaño resulta devastador".
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