La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, considera un "error" la negativa de la Xunta de Galicia a aceptar la colaboración ofrecida por el Ejecutivo central ante el vertido de pellets frente a las costas de Portugal que han llegado al litoral gallego.
"No sabemos todavía cuál es la magnitud de lo que puede ocurrir y creo que es importante que, ocurra lo que ocurra, trabajemos juntos", ha explicado la titular de Transición Ecológica en declaraciones a la 'Cadena Ser' en la ha indicado que "en cualquier caso de alerta lo mejor siempre es acudir y ampliar con todos los medios disponibles para afrontarla".
Las playas gallegas y asturianas se han convertido estos días en noticia por la llegada de miles de pellets de plástico procedentes de uno de los 6 contenedores que perdió el buque Toconao el 8 de diciembre unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, en aguas portuguesas.
La ministra ha recordado que llamó personalmente al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para ofrecerle la colaboración del Ministerio para activar el protocolo.
"El domingo, tras las declaraciones altisonantes por parte del Consejero del Mar, llamé al presidente personalmente para recordarle que cuentan con nuestra total disponibilidad y, en la medida que entiendan que no dan abasto con los medios de los que disponen y respetando plenamente sus competencias, nosotros también estábamos dispuestos a apoyar siguiendo el protocolo que está muy claro", ha indicado Ribera.
Acusa a la Xunta de no pedir ayuda por electoralismo
En este punto, la vicepresidenta ha acusado a la Xunta de no pedir ayuda en esta crisis de los pellets por la "precampaña electoral". Así, ha mostrado su certeza de que "la gestión hubiera sido diferente" si no hubiera sido por estar a las puertas de las elecciones autonómicas gallegas.
En opinión de Ribera, lo que más llama la atención son las acusaciones de "falta de lealtad" realizadas por Rueda, como "si ponerse a disposición de las autoridades de otras administraciones para colaborar lealmente fuera algo desleal o de campaña".
La ministra se ha preguntado qué considera Rueda que es "estar en campaña, ponerse a disposición o rechazar esa colaboración por temor a que se vean las administraciones cooperando en las playas gallegas".
Para ella, el cronograma de los hechos "queda bastante claro" tras el avistamiento de los primeros microplásticos en las costas de Galicia el 13 de diciembre, "cómo se comunica a los ayuntamientos, cómo se traslada esa información desde la Xunta hacia Salvamento Marítimo y a partir de ahí cómo se mantienen las líneas rutinarias de comunicación".
La vicepresidenta ha asegurado haber hablado personalmente con Rueda y ha indicado que en un primer momento "la colaboración funcionó de manera técnica y se fueron activando los protocolos con carácter técnico".
"Me pidió que mantener los canales de información abiertos y me dijo que seguirían vigilando por si consideraban subir el nivel de emergencia para activar esa colaboraciones", ha añadido Ribera, quien asegurado respetar la decisión del ejecutivo gallego aunque no ha ocultado su disgusto con "que le acusen de deslealtad".
Cree "contradictorio" la forma de afrontar la Xunta el vertido
En su opinión, es "contradictorio" que la Xunta diga que pueden afrontar el problema "solos", pero "lo que se está viendo es que lo dejan en manos de ayuntamientos y ciudadanos".
Y ha explicado que, si estuviese en el lugar del presidente de la Xunta, "buscaría el máximo apoyo ante un episodio que es todavía incierto, ante la alarma social generada, ante la dificultad de recuperar unos pélets de plástico de tamaño muy pequeño, y que cuanto antes estén razonablemente confinados y rescatados mejor ante el riesgo que generan para los ecosistemas, para la cadena trófica, para las personas".
A su juicio, es "importante defender los intereses de los ciudadanos y de los ecosistemas porque la gente está cansada de que se le pongan por delante los pruritos personales" y lo que quiere, según Ribera, es que las administraciones colaboren "para responder a sus problemas".
Ha cuestionado, además, que la Xunta no comparta los análisis de toxicidad de los materiales que dice haber realizado y está convencida de que la gestión, por parte del Gobierno gallego, hubiese sido diferente si no coincidiese con la campaña electoral.
"Yo me pregunto si es que le preocupa que haya representantes del Gobierno de la nación y de la administración del estado trabajando codo con codo con los ayuntamientos y con la administración autonómica y si eso le parece que es un acto de campaña", ha subrayado.
La polémica sobre la marea de pellets de plástico en las costas gallegas, que ya se ha extendido a Asturias, sigue en aumento mientras ecologistas y pescadores alertan sobre los riesgos que implica el vertido y el Gobierno central dice haber estado esperando a que la Xunta elevara el nivel de alerta, como ha hecho presionado Rueda esta misma mañana.