Las reacciones al anuncio del rey emérito de abandonar España no se han hecho esperar, pero han sido muy dispares. Por un lado, desde el Gobierno se ha mostrado respeto a las decisiones comunicadas por la Casa del Rey y se ha expresado "el reconocimiento del sentido de la ejemplaridad y transparencia que siempre han guiado al rey Felipe VI desde su llegada a la jefatura de Estado".
Asimismo, según informa RTVE, fuentes de Moncloa han confirmado que el ejecutivo ya conocía desde hacía días la decisión de que el rey Juan Carlos fuese a abandonar su residencia en La Zarzuela. Hace unas semanas, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó de "inquietantes y perturbadoras" las últimas informaciones que apuntaban hacia presuntas irregularidades cometidas por el ex monarca.
Sin embargo, desde Unidas Podemos y por tanto el ala izquierdista del Gobierno, no ha habido reparos a la hora de pronunciarse contra el ex monarca: "La huida al extranjero de Juan Carlos de Borbón es una actitud indigna de un ex Jefe del Estado y deja a la monarquía en una posición muy comprometida. Por respeto a la ciudadanía y a la democracia española, Juan Carlos I debería responder por sus actos en España y ante su pueblo", dijo Pablo Iglesias en su Twitter.
Y avisó a sus socios socialistas: "Un gobierno democrático no puede mirar hacia otro lado ni mucho menos justificar o saludar comportamientos que socavan la dignidad de una institución clave como es la Jefatura del Estado y que son un fraude a la Justicia".
El PP ha preferido destacar el "papel decisivo" que el rey Juan Carlos tuvo en la historia reciente de España y reclamó cerrar filas con el actual jefe del Estado y defender la institución monárquica. Pero algunos de sus caras más visibles han apaludido a Juan Carlos I como rey:
El president de la Generalitat, Quim Torra, esbozó un breve comentario a través de Twitter estableciendo un paralelismo con Alfonso XIII, forzado a exiliarse con la llegada de la II República.
Desde el entorno catalán también se ha pronunciado Jordi Sànchez reclamando que le retirasen el pasaporte al rey emérito, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reclamando someter a juicio la corrupción sin permitir la "huida" del rey Juan Carlos.