Tras una anterior legislatura infructuosa a la hora de conseguir la derogación de la conocida como 'ley mordaza', la Ley de seguridad ciudanana aprobada en 2015 durante la etapa del Gobierno Rajoy, parece que hay un acuerdo clave para lograrlo ahora.
Este jueves se ha anunciado un acuerdo entre PSOE y EH Bildu para acabar con la polémica norma, que contaría, a priori, con el apoyo del resto de socios de investidura, esto es, Sumar, Esquerra Republicana (ERC), PNV, BNG... está por ver si también Junts se sumaría a esta mayoría.
En contra, previsiblemente, se posicionarán PP, Vox y otros socios de derecha, como es el caso de Unión del Pueblo Navarro (UPN).
La derogación de la 'ley mordaza' era un viejo compromiso electoral del PSOE que se fue dilantando por la falta de acuerdo en algunos puntos de la derogación, que muchos de sus socios de izquierda consideraban insuficientes.
Una larga trayectoria para la derogación
El pasado mes de julio, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunciaba que su coalición, Sumar, había cerrado también un acuerdo con el PSOE para derogar la ley.
El asunto de la derogación de la mencionada ley viene de lejos. De hecho, el compromiso del PSOE para ello se incluyó en el acuerdo de coalición del Gobierno en 2019, cuando Sumar no existía y era Podemos quien lideraba el bando más progresista.
El PSOE ha intentado derogarla en varias ocasiones, pero además de la derecha, las discrepancias con partidos como ERC o EH Bildu habían hecho caer la iniciativa en el Congreso.
En concreto, Bildu y ERC tumbaron el acuerdo que tenían PSOE, Unidas Podemos y PNV en la anterior legislatura porque no se incluía expresamente prohibir las 'devoluciones en caliente' de migrantes, además del uso de pelotas de goma por parte de la Policía. También estos grupos de izquierda independentista pedían que dejaran de figurar en la ley las multas por desobediencia y las faltas de respeto a la autoridad.
Lo que en realidad se llama 'derogación' es una modificación de la ley, porque el PSOE tuvo que explicar estos años a sus socios que derogar la ley de manera completa provocaría problemas de gestión y seguridad, por su complejidad original, por lo que el formato propuesto era reformarla con los cambios acordados.
A cambio de este apoyo a las contrapropuestas de Bildu, el Gobierno recibirá el apoyo de este partido a su proyecto de renovación democrática que impulsa Pedro Sánchez.
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