La Junta de Andalucía ha confirmado 4 contagios del virus del Nilo en la zona de Sevilla y uno de ellos ha acabado con la muerte de la paciente.
La fallecida es una mujer de 71 años con patologías previas residente en el municipio de Dos Hermanas. Localidad donde también se ha registrado otro contagio.
Los otros 2 se han registrado en el municipio de Los Palacios y en Coria del Río. De los 3 casos restantes sólo 1 permanece ingresado en el hospital, un hombre de 72 años.
No es un virus nuevo en España y Europa, pero sí que es novedad el adelanto de los primeros casos de 2024.
Lo habitual es que comiencen a darse a mediados de agosto, pero el calentamiento global ha alterado también este ciclo.
Elevado el nivel de riesgo
Tras la confirmación de todos los casos por el laboratorio, la Junta ha elevado el nivel de riesgo por el virus del Nilo de 3 a 5; el máximo nivel de alerta.
Con este incremento de la alerta sanitaria se intensificarán las acciones sobre la población de mosquitos que transmiten el virus y en una campaña de concienciación y medidas de prevención para la población.
Además de las personas infectadas, las pruebas de la Junta han detectado la presencia del virus en un équido.
11 municipios de Sevilla están en riesgo, pero es habitual la presencia de estos mosquitos en otras áreas de Andalucía como Córdoba, Cádiz y Málaga.
¿Qué es el Virus del Nilo y cómo prevenirlo?
Las abundantes lluvias de marzo y abril junto con el calor, han provocado que la población de los mosquitos transmisores se incremente.
La fiebre del Nilo Occidental es una zoonosis, es decir, la enfermedad la contraen los animales y estos la transmiten a los seres humanos.
Se transmite generalmente por los mosquitos del género Culex.
La patología se suele transmitir entre las aves a través de las picaduras de los mosquitos infectados. Este virus puede infectar también a mamíferos y humanos, aunque en estos casos no lo suelen propagar.
Generalmente para las personas no causa efectos graves y en la mayoría de casos el virus se sufre de manera asintomática.
Las personas con más riesgo de complicaciones son las inmunodeprimidas y los ancianos.
Se denomina Fiebre del Nilo porque su principal síntoma es la fiebre. Otra consecuencia puede provocar es la inflamación de las meninges y el cerebro.
Pero los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) corroboran su baja letalidad, pues sólo provoca el 0,1% de las muertes entre los pacientes infectados.
Para prevenirlo, lo principal es actuar frente a los mosquitos. Emplear repelentes o ropa clara ayuda a evitar las picaduras así como las campañas para su erradicación.
Evitar lugares donde se concentran estos insectos es crucial a las horas en las que tienen mayor actividad, que son al amanecer y al anochecer.