El 11 de septiembre se conmemora el Día de Cataluña, conocido como Diada, pero la de este 2024 evidencia el cambio político de la comunidad.
En esta ocasión, por primera vez en 14 años, no habrá un president independentista al frente. Un acto que pone de manifiesto el cambio de ciclo.
Esta Diada el president es el socialista Salvador Illa, quien no ha pedido acudir a la manifestación convocada por la Assemblea Nacional Catalana (AMC), una de las principales manifestaciones de las entidades soberanistas.
De hecho en su primer mensaje institucional, Illa ha hecho referencia a la Cataluña de "todos" reivindicando la mejora de los servicios públicos. El independentismo, por primera vez en una década, no es el mensaje clave.
Esta jornada tiene un gran significado para el independentismo catalán y suele servir como termómetro para medir sus apoyos e intensidad.
En 2012 esta celebración vivió su manifestación más masiva y con un claro fervor independentista cuando gobernaba Artur Mas. Fue un punto de inflexión para el independentismo con más de medio millón de personas saliendo a las calles y clamando por la independencia de Cataluña.
De hecho, días después Mas convocó elecciones que acabarían derivando en el primer referéndum independentista de 2014.
En 2017, con el apogeo tras el referéndum de 2017 y poco antes de la DUI y de la huida de Carles Puigdemont; se vivió otro punto de inflexión. A partir de ahí la asistencia y el apoyo comenzó a decaer.
Illa no acudirá a la manifestación
Desde Mas los presidents, siempre vinculados al independentismo, han acudido a las manifestaciones, pero el del PSC ya ha corroborado que no acudirá.
El objetivo de Illa es recuperar la "normalidad institucional" en la región y aunque ha mantenido la campaña diseñada por ERC, él no acudirá a las marchas.
Silvia Paneque, portavoz del nuevo Ejecutivo de Illa, ha enfatizado que todos están cómodos con la campaña de ERC ya que reivindica que "los valores fundamentales de esta Diada son la diversidad, la transversalidad, la unidad y el caber todos".
El president se ha desvinculado así de un acto muy ligado al independentismo y en lugar de participar a la cabeza de varias marchas o dar varios discursos, ha ofrecido uno institucional en el Palau. Unas declaraciones en las que ha evitado mencionar el tema de la amnistía o de la independencia y se ha centrado en la mejora de todos los servicios.
El independentismo está este año más dividido y se vaticina una Diada muy diferente.