2022 ha comenzado prácticamente en seco en toda la Península. Las precipitaciones han sido escasas en la vertiente Mediterránea y prácticamente nulas en la vertiente Atlántica. La máxima se ha producido en Santa Cruz de Tenerife con 29,2 mm (29,2 l/m²).
Según los datos del Gobierno, la reserva hídrica española está bajo mínimos. Tras un mes sin apenas agua, los embalses españoles se encuentran al 44,8% de su capacidad, un 8% menos que en las mismas fechas del año anterior y si se compara con la media de la última década, la reserva hídrica está 14 puntos por debajo.
Reserva hídrica por ámbitos
- Cantábrico Oriental se encuentra al 87,7%
- Cantábrico Occidental al 64,1%
- Miño-Sil al 53,8%
- Galicia Costa al 63,0%
- Cuencas internas del País Vasco al 95,2%
- Duero al 49,1%
- Tajo al 46,0%
- Guadiana al 30,5%
- Tinto, Odiel y Piedras al 73,8%
- Guadalete-Barbate al 30,0%
- Guadalquivir al 28,6%
- Cuenca Mediterránea Andaluza al 30,8%
- Segura al 35,2%
- Júcar al 54,4%
- Ebro al 67,0%
- Cuencas internas de Cataluña al 57,2%
Desde el inicio de año apenas ha llovido, una situación que empieza a notarse ya y las consecuencias pueden ser muy graves, especialmente en el ámbito de la agricultura.
Preocupación de los agricultores
Además de la poca (o nula) precipitación en un mes, hay que sumar las temperaturas, pues el pronóstico es un aumento generalizado de hasta 10 grados, lo que ha puesto en alerta a los agricultores.
Según han advertido, la situación hace peligrar a las cosechas, especialmente en la zona sur y este de España. En varios puntos se están dando temperaturas prácticamente primaverales cuando queda más de un mes para el inicio de la estación.
Y la previsión no es tranquilizadora, pues los meteorólogos indican que no se esperan lluvias en los próximos 10 días y además las temperaturas van a seguir en ascenso.