Se ha generado una gran polémica en las últimas horas debido a una intervención de los Mossos en Sabadell al reducir a una joven utilizando una pistola taser. Según la declaración de los agentes, acudieron al centro de salud porque la joven se empezó a poner muy nerviosa y comenzó a agredir al personal. Tenía cita en el centro de salud de la localidad e iba acompañada de su madre, pero dadas las restricciones no le dejaron pasar y fue entonces cuando la hija comenzó a ponerse muy nerviosa.
En el parte de los Mossos indican que ocasionó destrozos en el mobiliario e incluso golpeó a los sanitarios del centro, que fueron quienes ante la situación, decidieron llamar a la Policía. Al llegar al lugar de los hechos, los agentes intentaron reducir y calmar a la joven, pero según han declarado, hizo caso omiso de sus advertencias y no les quedó otro remedio que utilizar la pistola eléctrica. Posteriormente, los servicios de emergencia la llevaron a un centro médico.
Los familiares que se encontraban allí intentaron calmar a la mujer mientras los agentes les instaban a apartarse, por lo que comenzaron a grabar el vídeo mientras pedían que la "dejasen tranquila". Ha denunciado los hechos y asegura que recibió tres descargas eléctricas que según Iridia, una asociación de defensa de los derechos humanos que asesora a la joven, la actuación de los agentes fue "desproporcionada". Dicha asociación ha subido el vídeo a redes sociales y ha generado una gran conmoción.
Por su parte, el director de los Mossos, Pere Ferrer, ha defendido la actuación policial de los agentes en este caso y que las acciones realizadas se ajustan a los protocolos marcados para la utilización de la pistola eléctrica. Además, ha defendido el modelo de reducción y su posterior traslado a un centro sanitario que certificó su buen estado de salud de la descarga, algo que de haber optado por una contención física no se podría haber garantizado al 100%.
En la misma línea se ha pronunciado el Conseller de Interior, Miquel Samper, que también ha defendido la actuación de los agentes y que de haber elegido un método más físico para reducirla, "podría haber causado un infarto o una lipotimia", ha resaltado.