El Pleno del Parlament ha rechazado suspender a los diputados procesados por el Tribunal Supremo, pero ha aceptado la delegación de sus votos en otros miembros de sus formaciones. Esta contradictoria decisión, apoyada únicamente por JxCAT y ERC, supone en la práctica que los diputados presos y fugados mantienen su acta pero delegan el voto. La CUP ha votado en contra al considerar que supone acatar el auto del juez Pablo Llarena, mientras que los diputados del PP y C's han abandonado el hemiciclo y el PSC no ha participado en la votación.
Cuando el juez del Supremo,
Pablo Llarena dictó auto de procesamiento por el delito de rebelión contra
Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Jordi Sànchez, estos quedaron suspendidos de sus funciones como diputados. Entonces, la Mesa del Parlament solicitó un informe a los letrados de la Cámara para decidir si aceptaban o no la suspensión.
Finalmente, la mayoría independentista del Parlament, formada por JxCAT y ERC ha decidido rechazar su suspensión, pero aceptar la delegación de su voto, lo que supone aceptar la suspensión temporal de los diputados procesados.
La decisión ha sido rechazada por la CUP, que critica que se acate el auto de procesamiento de Llarena, mientras que el PP y C's han abandonado el hemiciclo antes de la votación, alegando que el Parlament no puede votar sobre una resolución judicial. El PSC ha optado por permanecer en el Pleno, pero sin participar en la votación.