Una vez conocidos los resultados de las elecciones catalanas, toca analizar qué posible Govern saldrá resultante tras pasar por las urnas, cosa que no está fácil.
Y es que el gran ganador del 12-M, Salvador Illa y su PSC, arrasaron en votos y escaños, pero están lejos de los 68 escaños necesarios para obtener la mayoría absoluta en el Parlament (135 diputados).
Los resultados ya los conocen:
Las posibles fórmulas de gobierno serían:
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Gobierno de un tripartito progresista:
Con estas cifras, el ganador de las elecciones, el PSC, que obtuvo 42 escaños, sólo puede llegar a al menos 68 escaños sumando a Esquerra Republicana (ERC) -lograron 20- y los Comuns-Sumar -6-.
El problema es que aunque PSC y Comuns no tienen problemas en repetir la misma fórmula que tienen en el Gobierno central, los republicanos recelan de este pacto que les supone alejarse de la vía soberanista. Además, los de Pere Aragonès consideran que deben quedarse en la oposición tras sus malos resultados y reivindicar el referéndum y otras proclamas independentistas que quedarían olvidadas desde este Govern no soberanista. La fórmula más realista.
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Gobierno de Puigdemont en solitario:
Es otra de las posibilidades, y no descabelladas. Carles Puigdemont exigirá a los socialistas que le dejen gobernar y conseguir apoyos parlamentarios para cada actuación. Supondría crear un gobierno débil sin apenas apoyos a modo de devolución de favor después de que Junts permitiera a Pedro Sánchez la investidura como presidente del Gobierno central.
Pocos creen que sirviera de mucho salvo para satisfacer el ego de un Puigdemont que no ha ganado, ni de lejos, y que debería cumplir su promesa de retirarse de la contienda, cosa que ahora parece improbable. Por ahora. Junts ha logrado sólo 35 escaños y tendría que sumar no sólo a ERC, sino que el PSC apoyara sus iniciativas parlamentarias. Muy complicado.
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Gobierno de Illa en solitario:
Salvador Illa, ganador de la velada electoral, anunció que se presentará pase lo que pase a la investidura, aunque la pierda. Una opción, si ERC insiste en no apoyar un gobierno tripartito progresista, es que intente gobernar en solitario, con apoyos de Comuns-Sumar y ERC desde el Parlament, pero de manera externa. Supondría negociar cada ley, norma y por supuesto, los Presupuestos catalanes. A priori es la segunda fórmula más posible tras el tripartito progresista al que se niega ERC.
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El PP apoyando a Illa de manera puntual
Nadie descarta una segunda vía para que Illa gobierne en solitario: repetir la fórmula de Patxi López en Euskadi hace 15 años. El PP tendría que votar a Illa como president sólo para evitar un Govern nacionalista y tragar muchos sapos. Aunque se considera complicada, sería una fórmula que apoyarían los Comuns a cambio de que el PP, después, no interfiriera en políticas regionales. Daría lugar a un gobierno débil y el desgaste lo pagaría el PSC a la larga, beneficiando a los independentistas de cara a futuras convocatorias electorales.
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Macrogobierno independentista
Por último, y de manera también compleja, se podría labrar una alternativa a Illa que pasaría porque todos los partidos independentistas se vuelvan a unir. Entre Junts, ERC y CUP suman 59 escaños, y con el partido ultraderechista Aliança Catalana, 2 más: 61. Esta fórmula supondría que el PSC o los Comunes lo permitieran, a cambio de no emprender iniciativas separatistas, como ocurrió en el procés soberanista de 2016-2017. Es decir, repetir gobiernos nacionalistas como en tiempos de Jordi Pujol y Artur Mas, sin objetivos que pasen por referéndum o declaraciones unilaterales de independencia.
Sólo serviría para que Puigdemont satisfaciera sus ansias de volver al poder y que las fuerzas catalanas no dejen gobernar a socialistas y 'populares', pero sin gran capacidad de maniobra porque no tienen mayoría absoluta.
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