El lunes pasado las monjas clarisas del monasterio de Belorado copaban varios titulares en los medios al comunicar que rompían con la Iglesia Católica. Después todo se puso más raro cuando entró en escena el falso obispo Pablo de Rojas y su Pía Unión de san Pablo Apóstol, a la que se conoce como el pequeño Palmar de Troya del norte. Luego apareció la noticia de que la hospedería que tenían en el monasterio que tienen comprado había sido escenario de una fiesta ilegal en plena pandemia, con gente disfrazada de monjas y "mucho desfase". Ahora, este lunes, vuelven a ocupar espacio y tiempo en los medios porque además de sus famosos postres gourmet, la hospedería o vender productos de su huerta, también tienen un criadero ilegal de perros de raza.
Hace poco se conocía que el servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha abierto un expediente a esta comunidad de monjas por tener un criadero de perros sin tener la preceptiva licencia de núcleo zoológico que exige una serie de medidas para garantizar el bienestar de los animales. Eso sí, no se puede hallar rastro rastro de esta actividad en sus páginas web o en sus redes sociales, aunque sí que aparecen capturas de las fotos que se hicieron en una clínica veterinaria (el Centro Veterinario Padilla), además de las que publicó la protectora de animales de Burgos, Proambur, en su perfil de Facebook denunciando esta actividad.
Según han asegurado fuentes del servicio de Medio Ambiente autonómico, las clarisas ya tienen en su poder la notificación de la apertura del expediente, aunque el procedimiento no está del todo cerrado y se encuentra en periodo de alegaciones. Una vez terminado, las religiosas podrían enfrentarse a una sanción económica.
La protectora de animales de Burgos, Proambur, ha sido la encargada de denunciar esta situación en un post publicado en su perfil de la red social Facebook. Ahí incluían una foto de la hermana Sión con uno de los veterinarios y varios de los cachorros de raza que estaban criando. También se decía que el SEPRONA de la Guardia Civil había denunciado el criadero ilegal de las monjas de Belorado.
Además de no contar con la licencia de Núcleo Zoológico que depende de la Junta de Castilla y León, las monjas siguen pendientes de la resolución definitiva de otro permiso preceptivo, en este caso de responsabilidad municipal.
Tampoco cuentan con licencia ambiental
El alcalde de Belorado, Álvaro Eguiluz, está pendiente de resolver una licencia ambiental que ha pedido la comunidad religiosa porque el técnico municipal dio un informe contrario, pero la decisión final depende de un segundo informe que está siendo elaborado por técnicos del servicio de asesoramiento de la Diputación de Burgos.
Los obispos de Burgos y Vitoria han lanzado un comunicado conjunto para explicar la situación de estas religiosas. Por su parte, la Conferencia Episcopal Española, a través de la Comisión de Vida Consagrada, ha pedido a las 15 religiosas que todavía continúan en el convento (una de ellas se marchó el jueves por estar en desacuerdo con la ruptura con la Iglesia católica) a que se expresen libremente.
Los obispos piensan que detrás de este cisma existen motivos económicos relacionados con un negocio inmobiliario de compra-venta de monasterios y el deseo de la actual abadesa, sor Isabel de la Trinidad, de perpetuarse en el poder.