En la nocha del viernes se sucedieron las concentraciones y las caceroladas en puntos céntricos de las principales ciudades catalanas, así como en numerosos municipios, para pedir la "libertad de los presos políticos" y expresar apoyo a los miembros del Govern destituido encarcelados y a los líderes de ANC y Òmnium Cultural.
Por su parte, la Intersindical- CSC ha convocado una huelga general para el miércoles, en protesta por la "regresión de derechos sociales", la precariedad laboral y el decreto que facilita la salida de empresas de Cataluña. La patronal catalana Foment del Treball anunció que pedirá al TSJC que declare ilegal la convocatoria, por responder a motivos "extralaborales".
Paralelamente, ANC y Òmnium han convocado una manifestación del 11 de noviembre, que pretenden que sea multitudinaria, a la imagen de las Diadas de los últimos años.