El líder del PSOE madrileño, Juan Lobato, ha comparecido este martes en la Asamblea de Madrid tras la reciente polémica generada por una serie de mensajes que cruzó con Moncloa por el caso del novio de Ayuso.
Lobato comenzó denunciando el "linchamiento" de "dirigentes" de su partido y por tanto abriendo una clara guerra interna por su supervivencia. "Os he convocado porque estoy preocupado por un linchamiento que ha habido por parte de algunos dirigentes de mi partido que no entiendo", explicó a los medios asistentes a su rueda de prensa.
"No veo el problema que hay en acreditar", explicó sobre su decisión unilateral de aportar a un notario sus comunicaciones con Moncloa sobre el caso del novio de Ayuso, que terminaron siendo conocidas y difundidas en público por el diario 'ABC' este lunes, generando un bomba en el seno del partido socialista. Se trata de comunicaciones con Pilar Sánchez Acera, ex jefa de gabinete de Óscar López, por entonces mano derecha de Pedro Sánchez en Moncloa.
Reflexionando sobre los señalamientos contra él por acudir a un notario para ofrecer una copia de sus mensajes, Lobato se revolvió: "¿Qué problema hay? Yo no veo ningún problema, al revés... ahora bien, vista la reacción de algunos dirigentes de mi partido, parece como si, de alguna manera, se dudara sobre la veracidad de los mensajes... eso no lo contemplo". Y es que Lobato admite que recibió "documentación" de Moncloa sobre el caso del novio de Ayuso.
Lo que ocurrió fue que, según reveló 'ABC', Sánchez Acera envió a Lobato la confesión escrita del novio de Ayuso sobre su fraude fiscal para que lo usara como arma política contra la presidenta madrileña y rival, pero éste se negó y acabó dejando el documento en una notaría para evitar represalias. Al final, esos mensajes acabaron filtrándose a la prensa, lo que ha enfadado a todos, especialmente a Lobato.
Críticas al PP
A renglón seguido, intentó cambiar de dirección en los señalamientos y acusó al PP de 'embarrar' la situación, defendiendo ahora a su partido: "El PSOE no es una secta ni una agencia de colocación, sino un partido democrático con 145 años de historia, de scarificio e integridad".
Lobato, inmediatamente después de leer este breve pronunciamiento, sin aceptar preguntas de la prensa, se levantó de la mesa y acabó su declaración, dejando a los medios estupefactos por la expectación que rodeaba esta convocatoria, que apuntaba a una posible dimisión.
Las presiones internas en el PSOE apuntan a que Lobato renuncie voluntariamente como líder del PSM, el PSOE madrileño, y evitar así un proceso que finalice con su mandato, por cierto en su día apoyado por Pedro Sánchez, quien ya no confía en su compañero. Además, no querían siquiera que Lobato llegara 'vivo' al Congreso Federal del PSOE, que se celebra este fin de semana en Sevilla.
El caso es que el PP madrieño celebra que el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso, que en su momento representó un serio problema para la presidenta de la Comunidad de Madrid, finalmente haya virado a ser un problema para el PSOE. La filtración de correos y el caso de Alberto González Amador, la pareja de Ayuso, es ahora un caso polémico para los socialistas, Fiscalía y el Gobierno central, señalados por la presunta filtración de datos privados.
En concreto, el fiscal general, Álvaro García Ortiz, está siendo investigado por la presunta filtración de datos de González Amador por su carta en la que confesaba un fraude fiscal a cambio de un pacto con la Fiscalía y una pena menor. Aparte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también aparece señalada por hablar de este problema fiscal del novio de Ayuso cuando aún no estaba judicializado. Sin embargo, ella ya ha quedado exculpada por el Tribunal Supremo.
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