Esta semana ha sido toda una tormenta en la política nacional, dado que al 'caso Koldo-Ábalos', se le ha unido la pelea dialéctica por la vivienda en el Congreso -que acabó enfrentando a Belarra con Rodríguez y a la ministra de Ciencia mandando callar al portavoz de la oposición-.
Pero si hay algo que nadie esperaba -o que al menos ha sorprendido a todo aquel que no forme parte de su entorno más privado- ha sido la renuncia y abandono de la política del que fuera número 2 de Podemos, que tras cochar con Pablo Iglesias y el resto de la cúpula, fundó 'Más País', aunque el último cargo institucional que ostentaba era el de portavoz de Sumar, plataforma creada por la actual ministra de Trabajo y vicepresidenta, Yolanda Díaz.
En su carta, publicada en 'X', Errejón no especifica las razones de su marcha, sino que habla de "salud mental", de los "acelerados ritmos de trabajar en la primera línea política", "de emanciparse de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros" o de "llegar al límite de la contradicción entre el personaje y la persona".
¿Son los mensajes de Fallarás la causa?
Por otro lado, lo que está circulando en redes es que esta decisión si no ha venido propiciada, se ha visto influida por una publicación de que ha realizado la periodista Cristina Fallarás en su perfil de Instagram, en la que de forma anónima, denuncia un presunto maltrato psicológico por parte de un conocido político de Madrid.
En el texto se hace alusión al "gaslighting", que se traduce como luz de gas, y viene a ser cuando uno de los miembros de la pareja le hace creer al otro cosas que no han sucedido o que le transforma el relato para hacerle dudas de sus sentimientos al respecto. También se le acusa, al citado político sin nombre, de hacer proposiciones de relación para más tarde arrepentirse y echar de casa a la otra persona, y "castigarla" con silencio e indiferencia", para que "aprendas a respetar a Dios que es lo que se cree que es", dice el escrito.
Asimismo, hay otro mensaje distinto, en el que señalan abusos por parte de un político "del bando opuesto". Por lo que esta segunda denunciante lo que pide es que esto no se use como "arma arrojadiza" sino que "paguen todos". Para terminar diciendo que había escuchado de "este señor", "cosas infinitamente menos graves", como que era un "tirafichas" con las periodistas.