En plena pandemia, se hizo viral el caso de 'la patada en la puerta', un operativo por el cuál varios agentes de Policía entraron a la fuerza en un domicilio de Madrid en el que se estaba celebrando una fiesta ilegal.
Se difundieron varios vídeos, primero los grabados por los asistentes a dicha fiesta desde el interior de la vivienda en los cuáles se podía observar y escuchar el intercambio de palabras entre la Policía y algunos de los asistentes antes de que los agentes, tras la negativa de los inquilinos a abrir la puerta e identificarse, entrasen en la vivienda por la fuerza para poner fin a la celebración ilegal en pleno estado de alarma.
El caso llegó a los tribunales y se denunció un allanamiento de morada y se imputó a todo el operativo que acudió a poner fin a la fiesta ilegal.
El juez mantiene la causa solo contra el subinspector jefe
La Fiscalía también solicitó imputar por allanamiento a los agentes y el juez encargado del caso, según ha adelantado RTVE, ha emitido en su auto la continuidad de la causa solo para el subinspector jefe del operativo.
La causa queda archivada para los otros 5 agentes que participaron porque, según recoge el escrito del juez, actuaron en cumplimiento de órdenes directas de un superior competente "con independencia de las dudas sobre la ilicitud" de la orden emitida.
El magistrado también ha autorizado a la realización de las pruebas que han solicitado tanto la Fiscalía, como la Abogacía del Estado y la defensa para demostrar si el piso en cuestión se utilizaba como discoteca ilegal o si es cierto que residía alguien en aquel momento, para lo que se ha solicitado al Consistorio madrileño que facilite el certificado de empadronamiento de la vivienda.
La sentencia no es firme todavía y se puede recurrir ante la Audiencia Nacional, algo que previsiblemente hará la parte denunciante, según ha adelantado su abogado, pues consideran que la obediencia a un superior tiene como límite la ilegalidad de una orden.