La defensa de Junqueras ha alegado que tiene derecho a participar en el nuevo escenario político abierto en Cataluña tras las elecciones del 21 de diciembre, donde fue candidato y quedó como tercera lista más votada en las mismas. Además, ha alegado sus fuertes convicciones religiosas y éticas para salir a la calle y poder continuar con su vida anterior.
El ex vicepresidente de la Generalitat de Cataluña ha manifestado ante los magistrados del Supremo que deben revisar su prisión preventiva porque es un "hombre de paz" con convicciones religiosas y que busca el "diálogo bilateral" en el conflicto político existente en Cataluña.
Van den Eynde adelantó que si la puesta en libertad de su defendido no es aceptada, pedirán el traslado a cárceles catalanas y la salida para asistir a los plenos. "Aunque se mantenga la cárcel provisional, tenemos que garantizar que se mantenga el ejercicio de los derechos políticos", afirmó.
Por su parte, en la prensa, el diario EL PAÍS señala que Junqueras está preparando el camino para presentar su candidatura a presidir la Generalitat si Carles Puigdemont decide no regresar. Una estrategia que, añade el diario, podría verse reforzada si el Tribunal Supremo decide ponerle hoy en libertad. Según EL PAÍS, el líder de ERC tiene previsto pedir la palabra para argumentar que su liberación favorecería la normalización política.
En esta línea, el diario ABC apunta que "ERC confía en una decisión judicial para vencer la pugna con Junts per Catalunya por presidir la Generalitat".
Por su parte, EL PERIÓDICO titula "esperando a Junqueras". Según este diario, "el futuro de la legislatura catalana pasa hoy por el Tribunal Supremo".
Asimismo, EL ECONOMISTA señala que la puesta en libertad de Junqueras reavivaría "la presión" de Esquerra sobre Junts per Catalunya para que, si Puigdemont no vuelve de Bélgica, acepten la investidura de su líder.
En otro orden de cosas, Junqueras apela al estoicismo como filosofía vital, en una carta publicada por el matí.cat, en la que cita un texto del escritor portugués Fernando Pessoa. "Me clavo en el pecho la espada que ya no me servirá para combatir. Si el vencido es quien muere y el vencedor quien mata, con ello, confesándome vencido, me instituyo vencedor", llega a decir en esa misiva, siguiendo la terminología de los gladiadores de la antigua Roma: "Como gladiador, condenado por su destino de esclavo a ponerse en la arena, saludo, sin que recele el César que haya este circo rodeado de estrellas".