Hoy comienza el esperado juicio a Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por su beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso.
El beso se produjo tras la victoria de España en el Mundial de agosto de 2023 y desde el primer momento fue muy señalado, aunque el acusado siempre ha negado cualquier agresión o actitud machista.
Fue destituido y en septiembre llegó la denuncia formal de la jugadora ante la Justicia y ahora, año y medio después, arranca el juicio oral.
Hermoso ha sido la primera en declarar ante el juez y ha asegurado que quiso denunciar "desde el primer día", pero ha sostenido que recibió "coacciones" para no hacerlo".
"No pude separarme ni moverme. Sabía que me besaba mi jefe y no debe ocurrir ni en el ámbito laboral ni social. Me sentí poco respetada y manchó uno de los días más felices de mi vida", ha remarcado la futbolista.
Ha insistido en que tras la polémica generada al difundirse las imágenes, le pidieron en "incontables ocasiones" que apareciera junto a él para grabar un comunicado justificando su comportamiento, algo a lo que ella siempre se negó.
"Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije 'la que hemos liado' y fue cuando él pegó el brinco y me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso", ha explicado.
Nadie de la RFEF se preocupó por ella
También ha detallado que nadie de la RFEF, ni el psicólogo, le llamó para preguntar qué tal estaba o si necesitaba algo. "Me sentí desprotegidísima por parte de la Federación", ha lamentado.
Ha aclarado que quiso quitar "hierro" al asunto en un principio para que no empañase la victoria ya que no quería desviar el foco.
"No me iba a quedar ningún ápice de remordimiento de no haber podido disfrutar de ese momento. Seguía bebiendo, seguía comiendo, quería emborracharme, quería hacer lo que una futbolista o un futbolista hace con una alegría tan grande de haber sido campeona de un Mundial ", ha enfatizado.
El juicio está previsto que dure hasta el 19 de febrero. Rubiales está acusado de agresión sexual y coacciones y se enfrenta a una pena de 2 años y medio de prisión. Junto a él se sientan en el banquillo de los acusados 3 personas de su confianza en la Federación: el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, el antiguo responsable de Marketing de la Federación, Rubén Rivera, y el exentrenador de la femenina Jorge Vilda.
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