La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha desmarcado de la línea marcada por el 'ala socialista' del Gobierno respecto al actual jefe de Estado y los escándalos del rey emérito. Y es que los socialistas han blindado al rey Felipe VI respecto al los presuntos delitos de corrupción que se atribuyen a Juan Carlos I, mientras que los miembros 'morados' del Gobierno consideran complicado desvincular estos escándalos de la institución monárquica.
Para Montero es "muy difícil separar los casos, algunos presuntos y otros contrastados, de la familia Borbón, de la institución de la que forman parte". Y es que la dirigente de Podemos extiende a "la familia Borbón" los escándalos del rey emérito, relacionados con la comisión que recibió del régimen de Arabia Saudí por la construcción del AVE a La Meca.
La "extrema gravedad" de las informaciones acaecidas sobre Juan Carlos I, hace "muy difícil" que se puedan marcar las distancias entre el jefe de Estado y el monarca emérito.
Apenas un día después de que la vicepresidenta Carmen Calvo volviese a salir en defensa del rey Felipe VI, Montero ha afirmado que la labor del Gobierno es "velar por que todo el mundo tenga claro que somos iguales ante a ley y que la justicia es igual para todos y que no va a haber impunidad".
Aunque la vicepresidenta del Gobierno ha negado discrepancias en torno a la figura del rey Felipe VI, los 'morados' mantienen planteamientos que difieren sobre el papel de la Monarquía, tal y como han mostrado en reiteradas ocasiones. Ocurrió, por ejemplo, cuando Unidas Podemos pidió junto a otros partidos una comisión de investigación sobre los escándalos del rey Juan Carlos I, y el PSOE votó junto al PP, Cs y Vox para impedir su creación.