El supuesto corruptor de la 'trama Koldo', Víctor de Aldama, ha dicho este jueves en su declaración voluntaria ante el juez Ismael Moreno, que había formado parte de la UCE 2, o lo que es lo mismo, la unidad especializada en terrorismo internacional de la Guardia Civil, además de colaborar con distintos servicios secretos internacionales como la estadounidense CIA o el británico MI6. Aldama también ha señalado que el CNI español preparó, bajo orden del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, tanto la visita de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez como la vivienda en el madrileño barrio del viso en la que se iba a hospedar.
Pero, según la Cadena SER, fuentes de Inteligencia han desmentido con rotundidad tales manifestaciones. Esas mismas fuentes han subrayado que para formar parte de la unidad antiterrorista del Instituto Armado UCE 2, se tiene que ser guardia civil y Aldama no lo es, ni lo ha sido. También han mantenido que Aldama se parece a un "nuevo pequeño Nicolás" porque "ni siquiera el MI6 se llama así desde hace años sino S.I.S., acrónimo de Secret Inteligence Service", y no aparece por ningún lado que haya existido colaboración alguna con la CIA.
Además han desmontado la posible participación del CNI en la visita de Delcy Rodríguez por "orden de Marlaska". Y es que esas mismas fuentes dejan claro que el CNI español ni responde ni trabaja por orden del Ministerio del Interior, sino que depende directamente del Ministerio de Defensa, que está liderado por Margarita Robles.
En prisión desde octubre
Aldama ha comparecido voluntariamente ante el juez Moreno para que le deje salir de prisión, donde se encuentra desde comienzos de octubre cumpliendo reclusión preventiva sin fianza por "riesgo de fuga y destrucción de pruebas".
La Justicia ha atribuido a los investigados los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y contra la Hacienda pública y un fraude que ascendería hasta los 182.513.923,15 euros.
El instructor indica como responsables de la organización criminal a los codirectores Claudio Rivas y Víctor de Aldama, como subdirectora a María Luisa Rivas, así como a otros cooperadores y una serie de testaferros situados en los órganos de administración de las sociedades suministradoras.
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