En el Congreso este martes ha llamado la atención la alianza parlamentaria a la que han llegado PP y Junts, enfrentados durante años por el procés soberanista de 2017.
Ambos partidos han introducido una enmienda a una ley en el Congreso para suspender un impuesto del 7% a la electricidad, que lleva vigente desde 2005 y cuyo nombre oficial es "Impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica (IVPEE)".
Este impuesto no tiene nada que ver con el famoso impuesto especial a las eléctricas, que se aprobó por parte del Gobierno y sus aliados progresistas tras la crisis inflacionaria de 2022 por la guerra de Ucrania.
Fin de este impuesto
PP y Junts proponen en dicha enmienda suspender el impuesto sobre el valor de la producción eléctrica desde el 1 de enero de 2025, "siempre y cuando no haya déficit de tarifa", detalla RTVE.
Ambos grupos parlamentarios la han presentado pese a la oposición de PSOE y Sumar, los integrantes del gobierno de coalición.
Pero la enmienda prosperó gracias a que fue apoyada por otros partidos de derecha o centroderecha incluso siempre enfrentados, como son los casos de Vox y PNV, aunque llamó la atención que finalmente votaron a favor los republicanos catalanes de ERC.
El Gobierno no quiere suspenderlo
Fuentes del Ministerio de Hacienda han asegurado a RTVE que no están por la labor de suprimir este impuesto en 2025 e intentarán evitar que prospere más adelante. ya que ahora sólo está en fase de ponencia.
Sumar y Podemos, aliados clave del PSOE, se oponen. Su postura es clara: incluso pidieron hace semanas que el impuesto especial se establezca de manera permanente cuando que las energéticas tengan beneficios extraordinarios por los altos precios de la luz.
El Gobierno tiene calculado que dejar de contar ahora con este impuesto supondría una pérdida de ingresos del Estado por valor de unos 1.500 millones de euros.
El PP, en cambio, defiende que si se suprime este impuesto repercutirá positivamente en los bolsillos de los ciudadanos, abaratando la factura final de la electricidad.
En todo caso, este pacto PP-Junts ha llamado la atención por interpretarse de una posible nueva ofensiva de los independentistas catalanes por distanciarse del PSOE y el Gobierno después de que ayer Carles Puigdemont incluso anunciara que presentaban una petición en el Congreso para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza.
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