Este lunes se cumple una semana de la huelga del taxi en Madrid y los taxistas se han trasladado al paseo de la Castellana para organizar una acampada y convertirla en su "zona cero", intentado paralizar una de las arterias principales de la ciudad. Desde primera hora la Policía está comenzando a desalojar a los acampados, de momento sin incidentes y con traslados uno a uno, para evitar choques.
Desde las 23:00 horas del domingo eran unos 2.000 taxis los establecidos en el paseo de la Castellana y la Policía incluso se está ayudando de grúas para retirar los coches de los taxistas. Esta vez ha sido el propio Gobierno central, a través de su delegado en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, quien entendió que se tenía que "garantizar" la movilidad, el tráfico y los derechos de los ciudadanos:
En un comunicado oficial, los taxistas madrileños establecían como campo base la zona entre Colón y Emilio Castelar, y desde la coordinadora de la huelga animan a todos los taxistas comprometidos a pasar la noche y el resto del día. De hecho, han comenzado a llegar taxis desde Andalucía, que se suman así a su protesta y sus revindicaciones contra los VTC.
"Los taxistas de Madrid nos jugamos nuestro futuro y agradecemos que compañeros de otras comunidades autónomas acudan a apoyarnos", destacan.