Un grupo de guardias civiles sin uniforme atacó con porras extensibles a varios ciudadanos pasada la medianoche del domingo al lunes en Calella dejando 14 heridos, 4 de los cuales requirió asistencia sanitaria, según informó TV3.

Los hechos se produjeron después de que un centenar de personas se manifestaran a las puertas de su alojamiento como protesta por la violencia de las cargas policiales vividas en la jornada de la consulta independentista.

En las imágenes difundidas se aprecia como un grupo de hombres cruzados de brazos se apostan a las puertas de un hotel encarando los gritos de una población enervada. Los Mossos d’Esquadra intermedian para calmar los ánimos, pero cuando empieza a dispersarse la multitud y la calle está despejada, los guardias civiles vestidos de paisano salen del alojamiento armados con porras y comienzan a golpear a los viandantes que encontraron a su paso.

Algunas personas se refugiaron en una heladería, según el testimonio de algunos vecinos recogidos por la televisión catalana. Josep Grima, uno de los entrevistados, asegura que al comienzo de la noche los guardias civiles empezaron a tirar "orina" desde los balcones a los manifestantes antes de que bajaran a agredir a los ciudadanos.

El día después, la alcaldesa, Montserrat Candini, realizó una declaración de condena rodeada de los vecinos en la que expresó su deseo de que los guardias civiles abandonaran los alojamientos de la localidad.

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