El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado su primer debate sobre el estado de la nación al frente del país; el primero que se realiza desde hace más de un lustro.
Sánchez ha iniciado su intervención bromeando sobre todas las cosas que han cambiado desde que se celebró el último, allá por 2015.
Muchas cosas “menos el Consejo General del Poder Judicial”, ha ironizado Sánchez, al tiempo que volvía a culpar al PP por ello. El presidente ha tildado a la inflación como “el gran reto” al que se enfrenta España actualmente, aunque ha matizado que es un mal que no afecta solo a España, sino a la mayoría de países del mundo.
Ha culpado a la guerra en Ucrania como principal responsable de la escalada de precios en la energía y los alimentos y en menor medida a la pandemia de coronavirus, que todavía colea. Ha asegurado que el Gobierno está dispuesto a “asumir” su parte en esta situación compleja, pero que no van a tolerar “soluciones falsas”.
Explica la necesidad de apoyar a Ucrania en la contienda
Si España no acude en ayuda de Ucrania, se ha preguntado “qué legitimidad” tendríamos como país para pedir luego “solidaridad” cuando la necesitemos. Ha señalado además que aunque España no acudiese en defensa de Ucrania y las demás potencias amenazadas, seguiría sufriendo las consecuencias de la guerra como el encarecimiento de la alimentación o la energía.
Ha apelado a la resolución “pacífica” en el conflicto con Rusia, pero ha insistido en el “deber moral” de España con el pueblo ucraniano y acudir en su defensa. Ha recordado que hace 90 años los aliados decidieron no intervenir en la guerra de España y "condenaron" al país a 40 años de dictadura y retroceso. Por eso ha enfatizado la necesidad de "ser solidarios" con Ucrania y "condenar" al agresor.