El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha mantenido una reunión con su homóloga en el Govern catalán, Laura Vilagrà, para abordar el escándalo del espionaje masivo a líderes independentistas mediante el software Pegasus. El encuentro ha durado algo más de dos horas y el Ejecutivo de Sánchez se ha comprometido a "constituir cuanto antes" la Comisión de Secretos Oficiales en el Congreso para que comparezca la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Bolaños ha calificado como "sincera y cordial" la reunión, mientras que la consejera catalana ha afirmado que "no ha ido bien". El ministro de Presidencia ha anunciado que se abrirá un "control interno en el CNI, a petición del propio organismo" para esclarecer el presunto espionaje a líderes independentistas, la mayoría catalanes.
En el encuentro, ha trasladado a Vilagrà que se impulsará la creación de la Comisión de Secretos Oficiales, a la que tengan acceso todas las formaciones políticas, "para que la directora del CNI y otras personas puedan aportar información y documentación". En el ejercicio de control interno del CNI, "las conclusiones irán a esa comisión en la que estarán todos los grupos, que podrán recibir la información, examinarla y contar con las explicaciones directas de la directora del CNI", ha reiterado.
Bolaños también ha afirmado que el CNI "se pone a disposición del Defensor del Pueblo", que ha iniciado una investigación para esclarecer estos hechos, al tiempo que ha comprometido que "se desclasificarán documentos siempre que sea necesario".
El Gobierno "tiene la conciencia tranquila" respecto al espionaje con Pegasus
El ministro de la Presidencia ha insistido en que "el Gobierno no tiene nada que ocultar y tiene la conciencia tranquila" respecto a este escándalo, y no ha querido descartar que se puedan producir dimisiones, aunque se ha limitado a señalar que "en este momento estamos esclareciendo los hechos".
Bolaños ha querido desligar este caso del apoyo de ERC al plan de respuesta a las consecuencias económicas derivadas de la guerra que se votará en los próximos días en el Congreso. Si bien el Govern ha congelado sus relaciones con el Ejecutivo y ha amagado con retirar el apoyo parlamentario, el ministro ha defendido que las medidas del plan son necesarias para trabajar en la inflación y mejorar la calidad de vida de las personas.