La actuación de Gabriel Le Senne, presidente del Parlament de las Islas Baleares, podría acabar en denuncia.
El de Vox rompió en una sesión una foto de una víctima del franquismo y expulsó a 2 diputadas socialistas.
Tras el revuelo generado por romper la foto de Aurora Picornell, líder sindicalista y comunista fusilada en 1937, Le Senne pidió disculpas "por el espectáculo", aunque ha considerado que no cometió ningún delito porque "no sabía lo que estaba rompiendo".
Pero el Gobierno no lo ha dejado pasar y ha puesto el asunto en manos de la Fiscalía por posible delito de odio.
Posibilidad de sanciones
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha confirmado que el Ejecutivo ha trasladado todo lo ocurrido a la Fiscalía.
Los servicios jurídicos han estudiado todo y consideran que podría ser constitutivo de un delito de odio, por lo que lo han puesto en manos de la Fiscalía.
Además, el Gobierno está estudiando la posibilidad de imponer sanciones al de Vox recogidas en la citada ley.
Ha recordado incluso que el Grupo Socialista del Parlament balear puede solicitar a la Mesa la sanción pertinente y recurrir ante el Tribunal Constitucional.
Torres ha recordado que la misión del presidente de un Parlamento autonómico es "moderar" y no intervenir, pues ha enfatizado que tienen obligaciones distintas a las del resto de los diputados. Por ello ha arremetido contra las acciones de Le Senne y lo ha tildado de "gesto violento".
Además de la denuncia del Gobierno, el PCE y la Asociación de Memoria de Mallorca también han anunciado una querella.
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