El sobrino del Rey, Felipe Juan Froilán, sigue siendo un quebradero de cabeza para la Familia Real. Tras disfrutar de las fiestas navideñas en España, el joven ha vuelto a Abu Dabi, donde reside desde hace 2 años.
Sin embargo, según recoge 'Monarquía Confidencial', no ha logrado establecerse profesionalmente en Emiratos Árabes Unidos, una situación que inquieta a su círculo más cercano.
“La situación es difícil, pero su abuelo no permitiría que le falte de nada”, dicen en este medio, citando a su entorno más cercano.
A pesar de estos problemas, Froilán no contempla regresar a España. Además, desde Zarzuela tampoco verían con buenos ojos su vuelta, pues consideran que el comportamiento del joven podría perjudicar nuevamente la imagen de la Corona.
Apoyo incondicional del Rey emérito
El respaldo más firme para Froilán proviene de su abuelo, el rey Juan Carlos, quien, según fuentes cercanas, “sigue utilizando su red de contactos para tratar de posicionar a su nieto en el ámbito empresarial, aunque está encontrando dificultades”.
Mientras tanto, Froilán enfrenta el reto de adaptarse a un entorno cultural y social en el que parece no sentirse plenamente integrado. Por su parte, su madre, la infanta Elena, insiste en que permanecer en Abu Dabi es, por ahora, la mejor opción tanto para él como para la familia.
Durante su adolescencia, su madre decidió enviarlo a un prestigioso internado internacional con la esperanza de mejorar su conducta y fomentar su interés por los estudios. En aquel entonces, Froilán se había ganado la reputación de joven problemático, reacio a estudiar o a asumir responsabilidades. Llegó a repetir curso en 2 ocasiones, lo que llevó a la infanta Elena a tomar medidas drásticas.
Ahora, supuestos problemas de salud
Y ahora, más problemas. Según 'El Nacional.cat', digital catalán famoso por publicar noticias en tono negativo hacia la Famila Real, otro motivo de preocupación es la salud de Froilán.
Debido a su estilo de vida desordenado y una alimentación poco saludable, el consumo de alcohol y tabaco desde temprana edad y la ausencia de actividad física, Froilán llegó a ganar un peso considerable.
Ante esta situación, su madre decidió que pasara temporadas en la Clínica Buchinger Wilhelmi, en Marbella, conocida por tratar a personajes públicos y famosos.
En el centro, Froilán participó en un programa de ayuno terapéutico, un método que, según los especialistas, permite al cuerpo vivir de sus reservas de grasa, desintoxicarse y prevenir enfermedades.
Los médicos aseguran que este tipo de tratamiento puede combatir problemas como el sobrepeso, el estrés, la hipertensión, así como mejorar la salud cardiovascular y digestiva.
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