El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, lleva meses acercándose mucho al alemán Manfred Weber, el líder del PP Europeo. También a Ursula von der Leyen, de su mismo partido, y además presidenta de la Comisión Europea. Como se suele decir, con casi uña y carne.
Sus relaciones con la derecha conservadora alemana ha hecho que ahora esté más comprometido que nunca ante sus pactos con Vox, una vez que el ganador de los comicios germanos este domingo, Friedrich Merz, haya ganado con contundencia.
El próximo canciller alemán ha confirmado en la misma noche electoral de su triunfo que mantendrá el compromiso del 'cordón sanitario' a la ultraderecha, con tintes neonazis en su país, y representada por el partido AfD.
Feijóo: ¿ahora qué?
Ese órdago de Merz, toda una declaración de intenciones, pone en jaque a Feijóo de cara a España: si gana de nuevo las próximas elecciones generales... ¿debe establecer un cordón sanitario con la extrema derecha o, en cambio, apostar con los pactos con Vox?
Hay que recordar que Feijóo, nada más llegar al frente del PP en 2022, avaló que los líderes regionales de su partido consiguieran gobiernos autonómicos y municipales a cualquier precio, arrebatándoselos al PSOE a costa de pactar con Vox. Especialmente controvertidos fueron sus acuerdos en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia... También consiguió importantes alcaldías como la de Valencia gracias a estos pactos con la formación presidida por Santiago Abascal. Un Abascal disfrutando en EEUU con Donald Trump y Elon Musk mientras que las alianzas con la derecha moderada europea y el mando de la UE clama por domar las ansias imperialistas del nuevo presidente estadounidense.
Los ejemplos en Europa
Pero Merz, llamado a ser el segundo al frente de Europa junto al francés Emmanuel Macron, de los 2 países líderes de la Europa política y económica, ha dejado claro que no hay posibilidad de gobernar con la ultraderecha. Lo mismo que hizo Macron en Francia con el partido de Marine Le Pen.
Si Alemania impulsa de nuevo, 4 años después, una 'gran coalición', como la de Angela Merkel, que tanta estabilidad dio a su país como a la Unión Europea, PP y PSOE estarán condenados a entenderse. Sobre todo porque, si se echan cuentas, en caso de nuevas elecciones en España, ya sean adelantadas o cuando toquen, en 2027, Pedro Sánchez difícilmente podría reeditar su coalición con Sumar -o como se llame por entonces la izquierda-, incluso sumando todos los apoyos de partidos nacionalistas y regionalistas.
Alternativas para Feijóo y el PP
Sería hablar ahora mismo de 'política ficción', pero la realidad es que Sánchez, en caso de esta vez no sumar suficientes diputados propios y socios para mantenerse en el poder, tendría que dejar paso a otro líder en el PSOE que sí se plegara a negociar con el PP de Feijóo y evitar así pactos con la ultraderecha.
Todo ello, si se sigue el guión marcado tanto por las encuestas como por las posiciones de cada partido. Presiones, desde Europa, las habrá para Feijóo, que tendrá que decidir si ser un Merz y un Macron o el primer líder conservador y liberal que se presta a gobernar con los ultras.
Ahora mismo, en la UE hay 5 países con presencia o mandato ultra en sus gobiernos: Italia, Hungría, Polonia, República Checa y Finlandia. En cambio, países como Austria, Países Bajos, Francia, Alemania... han evitado tradicionalmente acuerdos con este tipo de formaciones extremistas.
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