Hasta la elección de Isabel Perelló como presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte ostentó el cargo en funciones.
Después de 5 años de bloqueo político, el PP y PSOE se pusieron de acuerdo y se pudo renovar el CGPJ y así los magistrados han podido acordar la nueva presidencia, primera vez en la historia que la desempeñará una mujer.
Pero la fórmula seguida para la renovación del Poder Judicial no fue la propuesta por su último presidente en funciones, Vicente Guilarte, quien ha arremetido contra los nombramientos que quedan pendientes.
"Nos viene ahora el nombramiento de cien cargos, y es aquí donde está el problema: la apetencia política en seguir controlando", ha vaticinado en una entrevista en RNE.
Para el magistrado, el centenar de nombramientos que debe realizar ahora el CGPJ van a estar controlados por "criterios políticos" en lugar de enfatizar "los méritos o la capacidad".
"Ahora son necesarios acuerdos y creo que van a hacerse con criterios ideológicos. Al margen de lo que debiera ser. Los altos cargos judiciales deberían someterse a mérito y capacidad por comisiones calificadoras especializadas", ha aseverado.
Resalta la mayor "legitimación" de Perelló en el cargo
Preguntado por la nueva presidenta, Isabel Perelló, el ex presidente del CGPJ le ha deseado "suerte" y se ha mostrado convencido de que "lo hará muy bien", aunque ha remarcado el mandato complicado que le espera.
Ha reconocido que ella tiene una mayor "legitimación" que él en el papel de presidenta de la institución, pues ella ha sido elegida por los propios vocales y él fue designado "por viejo".
Ha recordado su año como presidente interino como "muy gratificante" y ha considerado que nunca ha sido "menospreciado", aunque sí ha lamentado que su propuesta para cómo debía hacerse la renovación del órgano, no hayan salido adelante.
Guilarte abogó porque fueran los jueces quienes eligieran a los líderes del Poder Judicial y despolitizar más el órgano; así como resaltar más los méritos de los magistrados aspirantes. Aunque no pierde la esperanza de que el Poder Judicial gane independencia.
"Hay que conseguir que los nombramientos, que la cúpula judicial, no arrastre el cordón umbilical que actualmente tienen los vocales con quien los ha designado", ha enfatizado.