El rey Juan Carlos I ha vuelto a estar en el foco de la actualidad y de nuevo con polémica, pues ayer se ha conocido que un grupo de ex jueces, fiscales e intelectuales han presentado una denuncia por delitos fiscales.
La querella se centra en las regularizaciones fiscales que el rey hizo hace unos años cuando estaba siendo investigado por posible fraude fiscal. Para regularizar su situación abonó más de 4 millones de euros y la causa quedó archivada, pero ahora consideran que las regularizaciones no fueron correctas.
Otro escándalo económico para el ex monarca, pero según ha trascendido, no está nervioso.
Desde el diario 'Monarquía Confidencial', citando a fuentes cercanas a Juan Carlos I, han asegurado que el emérito se encuentra "tranquilo y optimista" en este nuevo proceso. Los denunciantes han pedido que le citen a declarar junto con los que gestionan su fortuna, pero de momento parece que no le ha afectado y está relajado.
Su posible regreso a España se retrasa
En Zarzuela se conoce ya el asunto, pero como suelen hacer en la mayoría de polémicas, han seguido la senda del silencio.
Aunque fuentes de palacio han señalado al mencionado diario que estas informaciones "dificultan el transcurso natural de una reconciliación definitiva con Felipe VI, y con ello posible estancia permanente del emérito en España".
Aunque el emérito no reside en España desde hace años, ha realizado numerosas visitas y se ha planteado la posibilidad de su regreso, algo que desde Zarzuela e incluso desde Moncloa miran con cierto recelo.
“Juan Carlos I no dará un paso sin el beneplácito de don Felipe. El emérito no quiere perjudicar ni a su hijo ni a su nieta, Leonor de Borbón”, han asegurado fuentes de Zarzuela.
Desde hace unos meses ha fijado su residencia en Suiza por motivos médicos y ha dejado atrás Emiratos por un tiempo, aunque nada es definitivo. Su intención es volver a España en algún momento, pues dada su edad los viajes largos cada vez se complican más.
Pero ante los nuevos escándalos, la posibilidad de que su retorno sea a corto plazo disminuye, pues los reyes actuales han iniciado una campaña de limpieza de imagen y de potenciar la transparencia de la institución. Incluso sus relaciones familiares con el emérito se han reducido drásticamente ya que ha dejado de estar presente en actos relevantes como el 18 cumpleaños de Leonor, la jura de bandera o la entrega de despachos.
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