El ex presidente del Gobierno Felipe González habría ordenado la creación del denominado Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL) en los años ochenta, tal y como se desprende de documentación secreta de la CIA que ha sido desclasificada y difundida por 'La Razón'.
"González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas", asegura un expediente fechado en 1984 que apunta a una estrategia del ejecutivo "poco ortodoxa" para combatir a ETA.
Más adelante, el documento añade: "Los mercenarios no serían necesariamente españoles y tendrían como misión asesinar a los líderes de ETA en España y Francia. El denominado Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL), similar a los escuadrones considerados por el Gobierno, de hecho ha surgido en el sur de Francia. El GAL ha asesinado a dos conocidos activistas de ETA-M en el sur de Francia y ha secuestrado a un hombre de negocios español en Hendaya del que sospechaban que colaboraba con los terroristas".
Cuando Felipe González negaba rotundamente su relación con los GAL
En los años anteriores la CIA ya habría ido reportando al gobierno de EEUU las especulaciones de informaciones periodísticas que relacionaban al gobierno socialista con los GAL, pero no de una forma tan contundente.
Así lo reflejan algunas de las frases extraídas de un informe titulado 'España: Terrorismo vasco y respuesta gubernamental' que previamente había realizado la CIA sobre ETA y los GAL.
"Muchos periodistas españoles y observadores públicos sospechan con fuerza que el grupo pudo ser oscurecido por el gobierno español", apunta en un momento dado. "Si la supuesta participación de Madrid se confirmada, las credenciales democráticas del gobierno español y del Partido Socialista estarían seriamente manchadas", añade después.
Esto sí que no es verdad de ninguna manera. Grupos aniterroristas amparados por el estado existieron desde tiempos de Carrero Blanco -él fue su creador- con distintos nombres y siempre formados por ultraderechistas civiles, policías y militares, pero incluso con el nombre de Gal ya existían antes de que el Psoe llegara al poder. Esto lo sabe cualquiera que tuviera uso de razón en aquella época, no hace falta ser un sesudo historiador. Por el contrario, fue el primer gobierno de Felipe el que ordenó desintegrar a esos grupos, pero su grave fallo fue dejarlos actuar durante demasiado tiempo, tenían que haberlo hecho desde el primer día. El mismísimo Manuel Fraga lo reconoció.