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Documentos del CNI sobre el cerebro de los atentados de Barcelona: "No tiene ninguna fiabilidad ni confianza"

Félix Sanz Roldán, ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)
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Félix Sanz Roldán, ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) (Foto: Congreso de los Diputados)
lunes 13 de enero de 2025, 19:33h

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) llegó a descartar al imán de Ripoll y cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils en 2017, Abdelbaki Es Satty, como confidente al llegar a la conclusión de que su "tendencia al engaño" lo hacía incompatible con esa labor en 2014, 3 años antes de los atentados.

A esa conclusión se llega en las actas de las visitas que los agentes del CNI realizaron a Es Satty en 2014 en la cárcel de Castellón, donde estaba a punto de cumplir condena por tráfico de drogas y donde fue entrevistado hasta en 3 ocasiones y se le terminó diendo un teléfono por si, una vez en libertad, conseguía información relevante que aportar.

El Gobierno ha desclasificado esas actas, junto con el informe psicografológico que se hizo de una carta que se le solicitó escribir y al contenido de la comparecencia del ex director del CNI Félix Sanz Roldán en 2018 en la comisión de secretos oficiales del Congreso, después de llegar a ese acuerdo con Junts.

Esos documentos, que se han aportado a la comisión parlamentaria que investiga los atentados del 17 de agosto de 2017, señalan a que el CNI contactó con Es Satty poco antes de que saliera de prisión porque su nombre estaba presente en el marco de la Operación Chacal contra el terrorismo yihadista que se desarrolló en 2006 por su relación con jóvenes radicalizados de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

Se le investigó para estudiar si podía ser un riesgo para la seguridad y, en caso contrario, para poder evaluar su posible reclutamiento como fuente del centro, para lo que se realizaron 3 visitas en marzo y abril de 2014.

Es Satty, "una persona muy opaca" y "desconfiada"

Después de la primera de las entrevistas, hecha el 17 de marzo de 2014 y que se alargó cerca de una hora, según el informe, los agentes del CNI calificaron a Es Satty como "una persona muy opaca", "desconfiada" y que durante la entrevista "apenas" tenía interés "por nada".

El segundo encuentro ocurrió dos semanas más tarde. De las 3 fue la que más duro, acercándose a las dos horas y media, y en ella los agentes encontraron "continuos cambios de orientación en relación a los temas tratados".

Además, desde el CNI se dijo en el informe que el que después iba a convertirse en el cerebro de los atentados que provocaron 16 muertos y más de 300 heridos en el verano de 2017, daba "pequeños retazos de conocer personas y episodios [...] relacionados con operaciones policiales terroristas", pero que "eludía profundizar" en aquellos temas. Los agentes dijeron entonces que Es Satty era un "individuo bastante inteligente y muy desconfiado" que "intentaba jugar" con los conocimientos de los entrevistadores.

La última de las visitas fue el 24 de abril de 2014, meses antes de quedar en libertad definitiva por un caso de narcotráfico y se alargó durante hora y media. Durante el transcurso de esa conversación, en la que apareció como en ocasiones anteriores bien aseado y con buen aspecto, los agentes indicaron en su informe que Es Satty desconfiaba "hacia sus interlocutores", por lo que el CNI pensó que era "preciso mantener una gran cautela". "Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad ni confianza", relata el informe de la última de esas visitas.

Tendencia a la "insinceridad"

También se estudió una carta que se le solicitó escribir sobre sus recuerdos sobre el tiempo en que estuvo en Vilanova i la Geltrú como imán suplente, un texto del que los expertos determinaron que era una persona de alta inteligencia y mucha memoria, con capacidad para manipular y tendencia a la "insinceridad": "Si dice que no se acuerda de algo de lo que deba informar, lo más probable es que esté mintiendo".

El entonces director del CNI comentó en su comparecencia secreta ante los diputados que esa propensión a la mentira y a incumplir directrices "invalidaba" a Es Satty para empezar a colaborar con el CNI, por lo que se convirtió en objeto de seguimiento durante 7 meses en los que no se vio ninguna actividad o conversación que señalara que se encontraba inmerso en un proceso de radicalización.

Durante esos meses, Es Satty tuvo contacto de forma esporádica con el CNI, siempre él y sin aportar ninguna información relevante, por lo que a finales de 2014 se decidió dejar el seguimiento que se le hacía y poner esos recursos en otros objetivos.

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