El pasado mes de junio la franquicia inmobiliaria Tecnocasa celebró una convención en Santander. Acudieron trabajadores de toda España y una de ellas denunció ser víctima de una agresión sexual mediante la sumisión química.
María, nombre ficticio que recoge 'El País' para evitar represalias, denunció al volver a Zaragoza lo ocurrido. Según su testimonio, se tomó sólo una copa y acabó con una laguna de varias horas. Se despertó a la mañana siguiente "desnuda en la cama" con "dolor vaginal" así como con "marcas" en las muñecas y una "mordedura" en el muslo.
La víctima se hizo pruebas y salió positivo en cocaína y benzodiacepinas, sustancias que aseguró que ella no consumió.
Todo lo compartió con un compañero de trabajo y fueron juntos a contárselo a su jefe después de haber denunciado todo ante la Policía. Pero su superior desentendió totalmente del asunto e incluso la amenazó.
"Si estáis bien y llegasteis al hotel no quiero saber nada más de estas cosas. Mucho cuidado con armar un escándalo, que estas cosas no están bien vistas aquí. Quietecita".
Despedida al día siguiente
Además de la mala actitud de su jefe ante un caso tan grave, la víctima tuvo que sufrir al día siguiente de haberlo contado su despido.
Como publican en 'El País', la primera carta de despido alega unos motivos y días después recibió otra con unos diferentes.
En la primera se recoge la "necesidad de amortizar el puesto de trabajo por causas económicas" y alegan un "descenso en sus ventas". Esta primera carta tiene fecha del 18 de junio.
El 24 recibió otra "dejando sin motivo lo anterior" y confirmando un "despido disciplinario" con efecto inmediato por una "falta grave".
Alegan "fraude, deslealtad y abuso de confianza" . Le han recriminado que rompió una taza el día que le comunicaron el despido y que se envió documentos de la empresa a su whatsapp personal.
La carta también subraya que ella y su compañero fueron a diferentes oficinas de la empresa "haciendo comentarios" a otros trabajadores y acusando de que la violaron y la drogaron.
Según el mencionado diario, ella ha admitido romper la taza y estar alterada, pero fue a varias oficinas para intentar encontrar a alguien que le pudiese brindar información sobre lo ocurrido.
Los agentes ya han identificado gracias a las declaraciones de los testigos con quién se fue la víctima y el presunto agresor ha alegado que todo fue "consentido".
Pero la ex trabajadora de Tecnocasa insiste en que no y además de la denuncia por sumisión química y agresión sexual ha presentado otra por "despido improcedente".
Tuvieron el acto de conciliación hace unos días y su ahora ex jefe no apareció, según ha informado al medio, sino que delegó todo en su abogada.
Desde la empresa insisten en que el despido no guarda relación con la denuncia de la agresión.
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