El Consejo de Ministros ha aprobado las nuevas medidas para mejorar la eficiencia y el ahorro energético anunciadas por Pedro Sánchez hace unos días.
Ante la crisis energética actual derivada de la guerra de Ucrania y con la posibilidad de un corte total del suministro del gas ruso a Europa, el Ejecutivo ha dictaminado unas medidas para contribuir al ahorro energético.
Destaca la limitación del aire acondicionado a un mínimo de 27 grados y la calefacción se limitará a 19 de máxima. Unas medidas que, de momento, no serán obligatorias en los hogares, sino en los edificios y transportes públicos, centros de trabajo y superficies comerciales.
Se trata de medidas que entrarán en vigor en una semana y que serán de obligado cumplimiento hasta noviembre de 2023. Hay algunas excepciones, dependiendo del tipo de comercio y actividad comercial.
El objetivo de estas medidas es reducir el consumo de gas de España un 7% en los próximos meses en acorde con lo aprobado por los 27 la semana pasada, cuando se acordó que todos los países de la UE reducirían de forma voluntaria sus consumos de gas para hacer frente a la crisis e ir reduciendo paulatinamente la dependencia rusa.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, han detallado todos los puntos adoptadas en la reunión ministerial de hoy en rueda de prensa.
También se favorecerán las medidas para incrementar el autoconsumo, el uso de gases renovables y se potenciará el almacenamiento. Además, se agilizarán las tramitaciones de las redes e infraestructuras eléctricas reduciendo requisitos.
Edificios y otras medidas
La refrigeración de estos edificios no se podrá poner por debajo de los 27 grados centígrados ni la calefacción por encima de los 19.
Las puertas de acceso a los locales tendrán cierres automáticos y las luces de los escaparates se apagarán a las 10 de la noche.
Además, los inmuebles tendrán que hacer una revisión extraordinaria de sus calderas e instalaciones térmicas antes del 31 de diciembre de 2022, si la última la hicieron antes del 1 de enero de 2021.
La norma también incluye medidas para sustituir los combustibles fósiles por renovables. Con este objetivo, se agilizarán las tramitaciones de las redes e infraestructuras eléctricas, se facilitará la inyección de gases renovables en la red de gaseoductos y se potenciará el almacenamiento y el autoconsumo.