Pedro Sánchez vive su segundo momento más convulso en el PSOE tras los movimientos que ya le apartaron de la secretaría general para después volver al puesto.
Los presuntos casos de corrupción que se han erigido sobre su entorno familiar no han despertado dudas o malestar interno, al menos generalizado, pero sí hace que este 41º Congreso Federal esté marcado por otras polémicas y no por el debate interno y el futuro del partido en un momento dulce en que se permanece en el Gobierno. Eso por no hablar de Víctor de Aldama, Koldo García, José Luis Ábalos...
En el último Congreso Federal del PSOE, celebrado en 2021, el ambiente fue de unidad y calma, bajo el paraguas del poder sin tanto problemática alrededor. En esa ocasión, el ex presidente Felipe González, quien ahora mantiene posturas críticas hacia Sánchez, protagonizó un simbólico gesto al abrazar al actual líder socialista.
Por el contrario, ahor quien lo inauguró fue José Luis Rodríguez Zapatero, también ex presidente y señalado ahora como referente, y cuya relación con Sánchez ha mejorado con el tiempo.
Acoso judicial
El 41º Congreso Federal llega en un momento en el que Sánchez busca reafirmar su control sobre el partido y fortalecerlo de cara a una legislatura marcada por la incertidumbre.
En esta cita, los socialistas tienen como objetivo enfrentar lo que consideran un "acoso judicial" que, según ellos, se basa en "bulos" y una "clara instrumentalización de la justicia". La dirección del partido no deja lugar a dudas: el PSOE apuesta por girar hacia la izquierda, un mensaje reforzado con el lema visible en cada rincón del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla: "España adelanta por la izquierda".
El Congreso también busca cerrar filas tras la reciente dimisión de Juan Lobato, exlíder del PSOE en Madrid, quien hace apenas unos días entregó su móvil al juez del Tribunal Supremo. Lobato está implicado en una investigación sobre presuntas filtraciones relacionadas con el novio de Isabel Díaz Ayuso.
Entre los asistentes al Congreso, destaca la figura de Óscar López, ministro para la Transformación Digital y Función Pública, quien se perfila como el próximo líder del PSOE madrileño, una federación conocida por su inestabilidad interna.
Koldo, Aldama, Ábalos...
La estrategia socialista pasa por cambiar el foco de atención mediático, dejando atrás la crisis interna en Madrid y las investigaciones judiciales que afectan al partido. Entre estas causas se encuentran el llamado 'caso Koldo', relacionado con José Luis Ábalos, y las declaraciones del empresario Víctor de Aldama, que implican directamente a Sánchez. A esto se suman otras investigaciones judiciales que afectan al entorno familiar del presidente, como la imputación de su hermano en Badajoz por supuestos delitos de tráfico de influencias, malversación y prevaricación, así como las acusaciones que pesan sobre su esposa, Begoña Gómez.
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