El Congreso aprobaba la tarde del martes la toma en consideración de la proposición de ley que modificará la ya existente Ley de Seguridad ciudadana, conocida popularmente como 'ley mordaza'.
Lo hizo con el apoyo del bloque de investidura, con todos los socios del Gobierno de coalición, cosechando 176 votos a favor y 170 en contra.
La reforma legislativa -que no una derogación, como se pedía hace años- fue propuesta conjuntamente por el PSOE, Sumar, EH Bildu y PNV, pero se le unieron el resto de socios de investidura de Pedro Sánchez, Junts entre ellos. Podemos mantuvo sus dudas sobre toda la jornada, pero finalmente se unió al 'sí' para que inicie su tramitación parlamentaria. También Coalición Canaria.
En contra sólo se mostraron PP, Vox y UPN (Unión del Pueblo Navarro), que acusaron al Gobierno de apoyar esta reforma como una propuesta de los "herederos políticos de ETA" para seguir mostrando su apoyo parlamentario y sostener la legislatura.
No hubo abstenciones, pero no se presentaron a la votación Alberto Núñez Feijóo, José Luis Ábalos, Félix Bolaños y el diputado socialista Javier Alfonso Cendón.
En todo caso, Junts, Podemos y BNG anunciaron enmiendas a la propuesta inicial.
En qué consiste la reforma
El texto pretende una modificación de la Ley de seguridad ciudadana, la 'ley mordaza', para darle "un enfoque más garantista y de compromiso de los poderes públicos con los derechos y libertades de la ciudadanía y la preservación de la convivencia”.
Entre las principales novedades, se prohibirán las bolas de goma por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, además de que las faltas de respeto a los agentes del orden dejarán de ser un grave delito para ser consideradas como faltas leves.
El fin de la 'ley mordaza' era un viejo compromiso electoral del PSOE que se fue dilantando por la falta de acuerdo en algunos puntos de la derogación, que muchos de sus socios de izquierda consideraban insuficientes. El PSOE insistió en que formalmente era inviable una derogación completa, por cuestiones técnicas, y que era mejor hacer reformas sobre puntos concretos de la norma inicial.
Además, hay peticiones más ambiciosas de los socios del Gobierno. Por ejemplo, Bildu y ERC quieren que se incluya expresamente prohibir las 'devoluciones en caliente' de migrantes.
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