Los delincuentes y ciberdelincuentes no cesan en sus intentos de estafar y aunque la seguridad se incrementa, sus estrategias también mejoran.
SMS fraudulentos, phishing, timos telefónicos, estafas físicas, paquetes falsos...Las estafas no dejan de crecer y cambiar pero con un único objetivo: hacerse con información sensible de la víctima y lograr así robarles mucho dinero.
Las autoridades han alertado de una nueva forma de estafa que aunque parece muy rudimentaria e inofensiva, es más peligrosa de lo que parece.
Se denomina 'trashing' o 'dumpster diving', que podría traducirse como rebuscar o bucear en la basura. Y es que es, literalmente, lo que hacen estos delincuentes.
A la basura va todo aquello que ya no sirve y muchas de estas cosas son documentos que ya no necesitamos: cartas del banco, de Hacienda, de suscripciones, tarjetas caducadas...y un amplio etcétera.
Aunque parezcan documentos inofensivos o que a nadie le interesan, la realidad es que pueden ser una mina de oro para los ciberdelincuentes.
Qué es y en qué consiste el 'trashing'
Lo que hacen los delincuentes en la estafa del 'trashing' es acudir a sitios donde saben que van a poder hacerse con información sensible de los ciudadanos, siendo las basuras uno de esos sitios.
Con obtener correos electrónicos, datos bancarios, direcciones, teléfonos y demás información, los hackers pueden generar verdaderos estragos.
Al tener estos datos pueden suplantar a marcas o entidades con las que la víctima hable habitualmente para sacarle dinero, hacerse pasar por su banco y vaciarle las cuentas, suplantar directamente su identidad creándole un grave perjuicio económico...las posibilidades son infinitas.
Por ello, tal y como recomienda la Guardia Civil en redes sociales, es importante deshacerse de estos datos de forma segura.
Las cartas, tarjetas o cualquier tipo de documentos con información personal, por pequeña que sea, conviene destruirlos bien en máquinas trituradoras de papel o plástico. De esta forma les será imposible recomponer los trozos y la información estará a salvo.
Y esto se aplica también a la basura digital, pues en móviles y ordenadores almacenamos multitud de datos. Antes de tirarlos es mejor formatearlos y no dejar ningún dato personal.