El Gobierno republicano francés celebró con gran pompa la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame, este pasado sábado en París.
Sin embargo, en nuestro país la gran noticia fue la ausencia de representantes oficiales, lo que ha generado multitud de críticas.
Quien más alzó la voz fue el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien denunció que suponía "una vergüenza para nuestro país" y que el Gobierno "no está a la altura de la sociedad a la que debe servir".
Qué ocurrió realmente
Y ante el silencio oficial por parte del Gobierno, parece que la única expilcación que se ha ido conociendo no satisface a nadie. Sobre todo, porque ha causado mucho malestar en ámbitos monárquicos y religiosos.
España no estuvo en el acto de Notre Dame junto al resto de grandes aliados europeos y mundiales porque, parece, el Gobierno de Pedro Sánchez habría puesto obstáculos.
Al ser un acto de cariz religioso, más allá de que tuviera también una trascendencia artística, el principal invitado, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, habría declinado la oferta de asistencia. Eso sí, es algo que no se ha confirmado en ese sentido.
Aunque los que tendrían que haber entonces acudido eran los reyes, Felipe y Letizia, el silencio del Gobierno impidió que Zarzuela pudiera enviar a los monarcas, ya que no pueden representar al Estado español sin autorización política previa.
Es más, los monarcas no pueden representar a España sin presencia de algún miembro del Ejecutivo, como muestra de que la soberanía reside en el pueblo español, y al no acudir Urtasun, ellos tampoco pudieron acompañar a otros reyes que sí fueron, como los de Bélgica o Luxemburgo, entre otros.
Sí se sabe que el Palacio del Elíseo envió sendas invitaciones a la Casa Real y al Gobierno, pero no eran transferibles, por lo que al no ir Urtasun, se impidió en últma instancia que Felipe y Letizia estuvieran en París.
Lo más curioso es que, según varios medios aseguran citando fuentes de Sumar, el ministro de Cultura no acudió por "razones familiares", negándose a aceptar otro tipo de motivos.
Presentes y ausentes al acto
A pocos ha gustado que España se borrara de un acto tan solemne donde casi nadie estuvo ausente, como las casas reales de Bélgica, Luxemburgo o Mónaco, además, de mandatarios internacionales como el estadounidense Donald Trump, la italiana Giorgia Meloni o el ucraniano Volodímir Zelensky. Todos ellos aceptaron la invitación del presidente galo, Emmanuel Macron.
Sí mostró una excusa la ausente Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, debido a que estaba trabajando en el Tratado de Libre Comercio con Mercosur.
Tampoco se presentó en París el canciller alemán, Olaf Scholz, pero sí el presidente de la República federal. Se limitó a enviar un mensaje de apoyo.
Quien no estuvo tampoco en París fue el premier británico, Keir Starmer, a quien en su país se le ha criticado también por no asistir y, además, "perder una oportunidad" para verse con Trump y otros mandatarios internacionales y ganar peso y presencia para el Reino Unido.
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