La Audiencia Provincial de Madrid ha puesto una condena a Jesús Pradales a 14 años de cárcel por el homicidio intencionado de Juana Canal, a quien asesinó la madrugada del 23 de febrero de 2003 en un piso de Ciudad Lineal en el transcurso de una discusión, y cuyos restos fueron hallados 16 años después en una finca de la provincia de Ávila.
La sentencia condena al asesino confeso como autor responsable de un delito de homicidio, y cuenta con la agravante de parentesco. El condenado va a tener que indemnizar al hijo de la fallecida con 118.000 euros y a cada uno de sus hermanos en la cantidad de 22.000 euros.
Este fallo aparece una semana y media después de que el jurado popular declarase culpable a Jesús del homicidio intencionado de su entonces pareja y fuera descartado que se tratara de una muerte accidental. Así, los miembros del tribunal han respaldado la tesis del fiscal y del abogado de SOS Desaparecidos, Juan Manuel Medina, que sostenían que la fallecida no murió de forma fortuita.
La acusación popular solicitaba 15 años de cárcel
La fiscal y el abogado de la acusación particular pedían una condena de 15 años de cárcel por un delito de homicidio doloso con la agravante de parentesco. Mientras, la defensa de Pradales solicitaba la absolución al tratarse de una muerte accidental.
En la sentencia, el tribunal remarca que "hay que tener en cuenta la gravedad del daño sufrido por los familiares, ligado a la experiencia de perder de forma abrupta una madre y hermana". En el fallo, se demuestra "probado" que "el hijo que convivía con ella tuvo que abandonar el domicilio por no poder hacer frente a los gastos de alquiler, y que incluso falleció sin tener noticia alguna de que había ocurrido con su madre".
Los magistrados se han negado a apreciar una atenuante de confesión, ya que "el acusado en modo alguno cumple ninguno de los presupuestos, ya que el mismo no acudió nunca ante la autoridad a manifestar lo que había hecho, y es solo cuando se le detiene y ante las contundentes pruebas halladas en relación con los restos de quien había sido su pareja sentimental, cuando da una versión de lo sucedido, reconociendo únicamente haber descuartizado a Juana Canal".
Pradales defendía que la muerte fue accidental
El procesado sostuvo en el juicio que la que fuera su pareja durante 5 meses murió de forma accidental en el piso que ambos compartían en Ciudad Lineal la madrugada del 23 de febrero de 2003 de un golpe contra el suelo después de que la apartase con el brazo para evitar que esta le pegara con los puños. Según su relato, esa noche Juana se encontraba más agresiva de lo normal al encontrarse bajo los efectos del alcohol.
En su exposición final, la fiscal aseguró que la muerte de Juana no fue "accidental", sino el "resultado de una acción agresiva en la que Jesús asumía el riesgo" de ese resultado. "En 26 horas, la descuartiza, que no es fácil, conduce 170 kilómetros, cava dos hoyos, entierra los restos óseos, vuelve y deja la nota a Sergio, el hijo mayor de Juana, en la que le escribe que su madre ha tomado pastillas y se ha ido", indicó.
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