El consultor político y ahora eurodiputado Luis 'Alvise' Pérez continúa su particular lucha contra Vox, partido que se resiste a que esta nuevo fenómeno le reste votos y protagonismo entre el electorado de ultraderecha.
Alvise se ha quejado públicamente de la actitud de Santiago Abascal, presidente de Vox, por apoyar que su diputado por Baleares Jorge Campos le presente una querella por presunta revelación de secretos.
Desde Vox se alega que Alvise habría filtrado la identidad de la pareja sentimental de Campos después de que un alto cargo balear intentase contratarla en un puesto de libre designación. Alvise, sin embargo, criticaba este extremo recalcando que su única experiencia laboral era la de ser "telefonista".
Vox acusa al ahora 'archienemigo' de filtrar una llamada de Campos, en la que Alvise afirma que se planeaba un "fallido golpe institucional" contra la actual ejecutiva de Vox en Baleares, así como la amenaza de "audios contra Abascal".
Los datos filtrados de Campos
El partido ultra asegura también que Alvise publicó facturas de un hotel de 4 estrellas, el Palma Bellver, pagadas con dinero público y que, según el líder de 'Se acabó la fiesta', Jorge Campos "disfrutó" como "falsas escapadas con su entonces amante".
Vox además incluye la divulgación de documentos privados, que según Alvise son "originales" y en ellos se firman 2 préstamos de 20.000 euros por parte de 2 empresarios para que Campos, presuntamente, pagase a otra amante que le denunció por malos tratos, en calidad de "acuerdo de silencio".
Alvise también habría publicado vídeos y fotografías personales de Campos en los que éste quería demostrar una "relación sexual y emocional con otras 2 mujeres que optaban a cargos remunerados de Vox y del Parlamento Balear", dando nombres: Maribel Fluxa Domenech y Noemí Guerrero.
Y hay más: se denuncia a Alvise por suplantarlo en capturas de conversaciones privadas, publicar su sueldo del erario público porque cobraba al mismo tiempo un salario como director de la Oficina del Cambio Climático del Ayuntamiento de Calvià. Por último, Alvise habría difundido también copias de pagos con dinero público y de Vox a otra amante de Campos.
Tras estas acusaciones, Alvise se ha defendido recordando que "llama la atención que no me querelle por falsificación documental, y solo por revelación de secretos, una confesión implícita de que todo lo publicado era auténtico y cierto. Que el dinero que se gasta contra mí lo use en pagarle el teléfono a sus hijos, para que no les vuelvan a cortar la línea".
Alvise también asegura que desde Vox estarían hartos de Campos y ven "lamentable" que se gaste "el dinero de los afiliados en perseguir judicialmente a Alvise, les guste o no".
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