El agitador y consultor político Alvise Pérez está de fiesta después de anunciar en redes sociales que ha ganado el duelo judicial contra jugadoras de la Selección española femenina de fútbol.
El ahora también eurodiputado afirma que "acaban de archivar la investigación contra mí por la acusación de las jugadoras de haber filtrado el vídeo que probaba que mintieron al pueblo español".
En ese vídeo, donde aparecían Jenni Hermoso y otras jugadoras, se quería mostrar a éstas celebrando y de fiesta tras ganar el Mundial femenino de 2023, ajenas según él al horror de haber sufrido el beso no consentido de Luis Rubiales.
En todo caso, lo que se tenía que admitir a juicio o no es el supuesto hackeo a los móviles de estas jugadoras por parte del entorno de Alvise o que, en cualquier caso, llegó a su poder ese material audiovisual.
"La verdad siempre aterra a los embusteros", dijo Alvise, enviando un irónico "saludo" a Jenni Hermoso.
Más datos
En su canal de Telegram, Alvise amplía este tema: "Archivada la denuncia de las jugadoras de la Selección Española contra Alvise Pérez".
En la información, se explica que Verónica Boquete y Jenni Hermoso denunciaron "haber sido hackeadas y expuestas en vídeos publicados por el líder de SALF en donde aplaudían y se reían del beso de Luis Rubiales, y le pedían 'un pico' al entonces presidente de la Federación".
"Los vídeos supuestamente obtenidos de los teléfonos de algunas jugadoras fueron ocultados por el Gobierno, los medios y las futbolistas hasta que Alvise los filtrara en su canal de Twitter, lo que provocó el cierre de su cuenta por 'publicar contenido de naturaleza privada'", relata la representación de Alvise en su canal oficial de Telegram.
Alvise añade que esos vídeos fueron "expuestos en diversos medios internacionales y cambiaron 180° gran parte de la opinión pública contra las jugadoras". Alvise Pérez se limitó por entonces a afirmar que "la verdad nos hará libres".
Hay que recordar que el tema del beso no consentido de Rubiales a Hermoso sigue su curso en la Audiencia Nacional y que será juzgado como agresión sexual y también por un delito de coacciones por las 'negociaciones' posteriores al incidente para que la futbolista se retractara de sus acusaciones al por entonces presidente de la RFEF.
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